Ante las cancelaciones de reuniones cara a cara a raíz del Covid-19, la compañía de seguridad informática ESET repasó los riesgos de seguridad presentes a la hora de realizar videoconferencias y cómo superarlos.
El repentino aumento de profesionales y estudiantes que trabajan desde casa, ha incrementado la demanda de videoconferencias, herramientas de colaboración en línea y sistemas de chat. La compañía de detección de amenazas ESET Latinoamérica, analizó los riesgos de seguridad que esto implica y cómo superarlos.
Según el operador de red con sede en San Francisco, Kentik, el 11 de marzo se registró un aumento del 200% en el tráfico de video durante las horas de trabajo en América del Norte y Asia. Esto fue antes de que entrara en vigencia la cuarentena obligatoria en California y otros puntos.
Las empresas que forzosa y rápidamente se han tenido que adaptar al teletrabajo, probablemente han utilizado más que antes, e incluso por primera vez, herramientas de videoconferencia. Sin embargo, desde ESET aclaran que esto no alivia la necesidad de comprender las características de seguridad de esta tecnología y controlar cómo se lleva a cabo una videoconferencia utilizando las herramientas disponibles. Algunas consideraciones clave son:
Ambiente de trabajo
Verificar el entorno para asegurarse de que la transmisión de video que se comparte no contenga información confidencial. Asegurarse de que todo el material sensible esté lejos del alcance de la cámara.
Control de acceso
La mayoría de las plataformas de videoconferencia permiten la capacidad de restringir el acceso por dominio de Internet, de modo que solo los usuarios que cuenten con una dirección de correo electrónico perteneciente a su empresa puedan unirse a la llamada. Alternativamente, solo permita a los asistentes invitados agregar sus direcciones de correo electrónico a la invitación al programar la llamada.
Establecer una contraseña para la reunión
Generalmente esta es una opción que se ofrece al crear la reunión, que agrega una contraseña generada aleatoriamente que los invitados deberán ingresar para acceder a la misma. Se puede usar una contraseña numérica para autenticar a los usuarios que se conectan por teléfono.
Mantener a los participantes en una “sala de espera” y aprobar la conexión de cada uno le da al anfitrión el máximo control sobre quién está en la reunión. Para manejar esto en reuniones más grandes, puede promover a otros asistentes de confianza a un rol de organizador o moderador.
Comunicaciones y transferencia de archivos
Algunos servicios cifran el chat de manera predeterminada, pero no el video, a menos que se solicite específicamente. Si el software cliente de punto final de terceros lo permite, asegúrese de que cumpla con los requisitos para el cifrado de extremo a extremo.
En caso de realizar transferencias de archivos, considerar limitar los tipos de archivos que se pueden enviar; por ejemplo, no permitir archivos ejecutables (como archivos .exe).
Gestionar el nivel de compromiso y los participantes
El anfitrión, dependiendo de la plataforma, puede tener la capacidad de solicitar una notificación cuando el usuario, a través del cual se está realizando la videoconferencia, no sea la ventana principal (activa). Si se es profesor, esta función puede ser extremadamente útil si desea garantizar la atención de todos sus alumnos. También se permite supervisar quién se unió a la llamada, ya sea estableciendo un proceso de registro para conectarse o descargando una lista de los participantes posterior a la llamada.
Compartir pantalla
Limitar la capacidad de compartir pantalla al anfitrión, elimina la posibilidad de que alguien comparta contenido por error. Además, al compartir la pantalla, compartir solo la aplicación necesaria, a diferencia de todo el escritorio.
El iOS de Apple realiza capturas de las pantallas utilizadas cuando la tarea cambia entre aplicaciones. Para protegerse contra esto sin darse cuenta, incluida la captura de información confidencial, verificar si el sistema de conferencia puede difuminar esta imagen.
Prevención
Tomarse el tiempo para revisar las opciones de configuración que ofrece el sistema de videoconferencia que se tenga o que se esté pensando usar. Suelen ser muchas las opciones, por lo que encontrar la configuración correcta para el entorno es una tarea importante que sirve para garantizar que las comunicaciones de la empresa permanezcan seguras.
Es importante además verificar la política de privacidad del servicio que está utilizando. El dicho de que “si es gratis, probablemente seas el producto” debería ser suficiente motivación para comprobar si la empresa está recopilando, vendiendo o compartiendo datos para financiar la prestación de su servicio “gratuito”.
Para conocer más sobre seguridad informática puede ingresar al portal de noticias de ESET.
PUBLICADO: 21 de abril de 2020