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¿Qué pasó con Toshiba?

La empresa Toshiba, con una posición de liderazgo en el mercado en el área de electrónica, pasó a ocupar los titulares de las noticias por haber inflado sus balances en, al menos, los últimos siete años. Es decir, que unos 1,2 millardos de dólares reportados fueron una exageración contable.

El CEO de la empresa, Hisao Tanaka, será reemplazado por el presidente del consejo de administración, Masashi Muromachi, a partir de este miércoles, dijo Toshiba en un comunicado, añadiendo que está considerando el nombramiento de directores externos para más de la mitad de los asientos en su consejo, según Reuters.

Tanaka estaba al tanto de lo que pasaba. Toshiba reconoció que hubo un encubrimiento sistemático, que empezó en 2008. 

Una investigación ordenada por la empresa mostró además que los antecesores de Tanaka, el hasta hoy vicepresidente Norio Sasaki y el asesor Atsutoshi Nishida, también jugaron un papel en el manejo de las ganancias.

¿Pero por qué pasó esto?

Un reporte de la BBC señala que tras diversas dificultades en el entorno económico, la alta gerencia de la empresa comenzó a imponer metas de rendimiento poco realistas y la cultura corporativa de Toshiba implica que no se puede “contrariar los deseos de los superiores".

"Así que, cuando las altas directivas presentaron sus 'desafíos', tanto los presidentes de división, gerentes de primera línea como los empleados subalternos continuamente realizaron contabilidad inapropiada para cumplir con metas que se ajustaran a los deseos de sus superiores", añade el reporte basado en la investigación hecha en la empresa.

Ningún mecanismo de control interno impidió que esto ocurriera año tras año hasta que las dificultades financieras fueron inocultables. 

¿Cómo queda la empresa?

El ministro de Finanzas de Japón, Taro Aso, ha expresado su preocupación por los hechos: "Podemos perder confianza en los mercados japoneses y la Bolsa de Tokio a menos que se lleve a cabo una gestión empresarial honesta".

Ya en 2011 el mercado se sacudió cuando se hizo público que Olympus Corp escondió  pérdidas por 1,7 millardos de dólares, un hecho que limitó la confianza. Ahora llega el escándalo de Toshiba que golpea a los inversionistas y renueva la desconfianza.

La empresa deberá afrontar un proceso de reestructuración, sinceración de balances y, muy probablemente, sandiones.


PUBLICADO: 21 de julio de 2015