Cada vez que se filtra la imagen de un famoso desnudo en Internet es casi imposible frenar su difusión. La fotografía recorre la web en segundos. En redes sociales, la información se convierte en tendencia y los perjudicados –casi siempre mujeres– no pueden hacer mucho: mostrar indignación, acudir a las autoridades con la esperanza de dar con el culpable, y recordarle a cualquier medio de comunicación que la réplica de las instantáneas será motivo de demanda. Sin embargo, el daño está hecho, y los autores materiales, escondidos tras el anonimato de un computador, pocas veces pagan por el crimen.
De lo excepcional a lo cotidiano.Cuando una nueva foto íntima se publica, también se asienta una práctica que cada vez se vuelve más común en la era cibernética: la violación a la intimidad se normaliza y sirve de comidilla para prensa y la sociedad; luego pasa al recuerdo como algo anecdótico, a la espera de conocer el nombre de las futuras nuevas víctimas.
El más reciente caso del hackerque violó la seguridad de un centenar de teléfonos celulares de celebridades, ha sido uno de los más trascendentes. Un gran número de fotografías privadas de al menos veinte famosas comenzó a circular en el foro 4chan. Entre las afectadas se encontraban las actrices Jennifer Lawrence, Kristen Dunst y la cantante Ariana Grande.
El hecho dejó en evidencia un fallo de seguridad en iCloud, el servicio de respaldo en la nube de Apple. Gracias a la función Find My Phone (Encuentra mi teléfono) y con el uso de software para dar con las contraseñas, el hacker logró robar el contenido de los dispositivos y recuperar los que habían sido borrados. Aunque Apple fue el principal acusado, entre el material filtrado también hay fotografías tomadas con teléfonos Android.
Imágenes que valen oro.Solo en Estados Unidos, más de 35 millones de personas busca contenido sexual en Internet a diario y 70% de los hombres de entre 18 y 24 años mira pornografía en línea al menos una vez por mes. Opciones no faltan. Se calcula que en el mundo hay más de 260 millones webs porno. Las imágenes comprometedoras de las famosas afectadas en el reciente hackeo no llegaron a la red de forma fortuita, el autor del robo las ofrecía a cambio de pagos en Paypal y Bitcoin. Para encender la chispa, publicó el listado de actrices y cantantes afectadas y el foro se convirtió en una plataforma de financiamiento colectivo en el que logró en apenas minutos, reunir los 50 mil dólares que pedía para publicar el primer lote de fotos y darle forma al “celebgate”, como fue bautizado el incidente por la prensa americana.
La obtención y el posterior mercadeo de imágenes privadas de famosas ratifican que los sistemas de almacenamiento onlineno son infranqueables. El negocio que antes era exclusivo de los paparazzi, ha logrado con Internet simplificar el proceso. En el plano digital, la intimidad comienza a salpicar el espectro público en tanto lo ilegal deja de ser motivo de denuncia y se convierte en tema de conversación diaria.
¿Cómo protegerla intimidad?
La empresa de seguridad informática McAfee da algunas recomendaciones para proteger la privacidad en la red, entre ellas no respaldar documentos de contenido sensible en los servicios de almacenamiento en la nube, crear contraseñas complejas, evitar acceder a los servicios en línea a través de aplicaciones móviles que no sean oficiales, cerrar las sesiones de usuario en todos los dispositivos y usar cámaras digitales en vez de smartphonespara tomar imágenes comprometedoras.
Roger Mora
PUBLICADO: 24 de noviembre de 2014