La inflación se acelera y arrasa el poder adquisitivo de los trabajadores. Buena parte del problema inflacionario venezolano está relacionado con la distorsión cambiaria y los consumidores lo sufren.
De acuerdo a cálculos de Ecoanalítica el “tipo de cambio del consumidor” venezolano cerró en junio en 178,4 bolívares por dólar, un valor que está muy por encima del dólar preferencial del 6,30 bolívares por dólar y más cerca de los casi 200 bolívares del Sistema Marginal de Divisas (Simadi).
Ese resultado se obtiene tras ponderar y analizar el comportamiento de los precios de ciertos bienes y servicios. En junio del año pasado el tipo de cambio del consumidor era de 24,7, por lo que se incrementó 622% en apenas un año.
Al detallar por sectores se aprecia que en varios de ellos el tipo de cambio al que se mueven, y que termina pagando el consumidor, está más cerca del denominado dólar paralelo que de cualquiera de las tres tasas oficiales.
En el caso de las bebidas alcohólicas el tipo de cambio en junio llega a 427,3 bolívares por dólar. Directivos de las asociaciones empresariales que agrupan a empresas de ese sector han reportado un alza sostenido de precios por el ajuste de los impuestos y que importadores están trayendo la mercancía con dólares propios.
En vestido y calzado la paridad cambiaria se ubicó en 367,1 bolívares por dólar y en equipamiento del hogar se disparó hasta 386,9 bolívares por dólar. Empresarios de ambos sectores han denunciado un cierre en el flujo de las asignaciones oficiales de dólares, situación que los ha llevado a moverse al dólar paralelo para sus importaciones.
En alquiler de vivienda y en transporte el tipo de cambio del consumidor está en 233,1 y 153,2 bolívares por dólar, respectivamente.
Asdrúbal Oliveros, director de Econalítica, ha señalado que la devaluación aplicada con el Simadi fue una mala decisión. Basa su argumento en que no ha traído beneficios fiscales para el Gobierno porque entrega pocas divisas por esa vía y sí ha tenido hacia arriba en el comportamiento de los precios.
La más reciente Encuesta Global de Confianza del Consumidor, elaborada por la firma Nielsen y divulgada por PRODUCTO, refleja que los venezolanos están cambiando buena parte de sus hábitos porque sus ingresos cada vez alcanzan para menos.
Según ese estudio, 54% de los venezolanos está cortando o reduciendo sus comidas, 58% redujo las salidas para poder cumplir con sus obligaciones en gastos prioritarios y un 46% indicó que no está comprando ropa nueva.
Roberto Deniz
PUBLICADO: 05 de agosto de 2015