Al parecer, los economistas que predijeron que la aplicación del Convenio Cambiario N° 1 no representaría un cambio siquiera sensible en la política económica del gobierno terminaron por tener razón.
El Dicom no solo no desapareció, sino que el mecanismo no registró ningún cambio que significara una mayor transparencia y, en la primera subasta post convenio, tampoco hubo oferta procedente de nuevos actores, ni del Banco Central de Venezuela que, según el texto de la nueva norma cambiaria, puede intervenir en el mercado.
Sin señales diferentes, no pasó nada diferente. A pesar de que el tipo de cambio paralelo promedio está por encima de la cotización Dicom en poco más de 98%, la paridad oficial apenas se deslizó 0,6% al alza en comparación con la subasta precedente, al cerrar en BsS 61,93 por dólar.
¿Dónde está el incentivo para dejar de operar en el "mercado criminal"?
La oferta de divisas en el Dicom, sin embargo, ha venido subiendo, obviamente no a la velocidad que el gobierno espera. En la primera subasta post convenio N° 1 se tranzó USD 1.246.752, 06, y las 68 empresas participantes se repartieron USD 1.188.045. Es decir, una media de USD 17.471,25 por compañía.
Obviamente, esta fórmula no es la utilizada para el reparto de manera que Central Madereirense se llevó la "bicoca" de USD 150.000; Proagro levantó USD 100.000, igual que la procesadora de harina de maíz precocida Demaseca. Procter & Gamble logró USD 60.000, Purina USD 35.000, y Laboratorios Valmor, USD 30.000. Hasta aquí los mejor posicionados en la subasta.
En este ambiente de "libre convertibilidad", 213 personas naturales pujaron por USD 58.707,06, una media de USD 275,62 por participante. Hay que señalar que se mantienen los topes de USD 400.000 mensuales para empresas y USD 500 para personas naturales; sin embargo, se volvió a registrar el curioso fenómeno de que algunas personas reciben asignaciones que superan este monto máximo.
PUBLICADO: 12 de septiembre de 2018