Hombre polifacético y muy exitoso, transitó de las artes escénicas al canto lírico, y deja una huella indeleble en Venezuela. A los 80 años, quien fuera parte esencial de la Radio Rochela, se fue con el aplauso del país. PRODUCTO se suma al duelo que aflige a sus familiares y amigos.
Falleció –a los 80 años de edad- el destacado comediante, cantante lírico y actor venezolano, Cayito Aponte, quien permanecía internado en el Centro Médico Docente La Trinidad. El artista era padre de Luis Carlos Aponte, gerente general de Ogilvy & Mather Venezuela, a quien PRODUCTO hace llegar sus más sentidas condolencias, así como a todos su familiares y amigos.
Todo un emblema de la Radio Rochela, uno de los programas que pasaron a la historia en la suprimida señal de RCTV, Cayito Aponte llega a ese canal el 16 de septiembre de 1959, apenas rotas las cadenas de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Se sabe que el humor y la política siempre van de la mano, y una de sus imitaciones más recordadas es –sin duda- la del ex presidente Carlos Andrés Pérez. También es icónica su imitación de Arturo Uslar Pietri.
Cayito Aponte se inició en el programa clásico de los inicios de TV venezolana, El Show de las 12, con Víctor Saume. RCTV fue su casa por décadas. Sin embargo, entre 1989 y 1991 se separa de la Radio Rochela y sostiene en Televen –junto con Toco Gómez, Ariel Fedullo y Umberto Buonocuore- un espacio llamado “La Noticia Bomba”.
Más conocido por su facultad para hacer reír y para actuar, Aponte era –no obstante- un gran tenor. Fue de la zarzuela a la ópera, y en su repertorio se contaron inolvidables montajes de Don Pasquale, El Elixir de Amor, Tosca y Rigoletto, entre otros clásicos.
Prestó su potente voz para montajes venezolanos de icónicos musicales: Cabaret, Jesucristo Superestrella, El hombre de La Mancha, El violinista sobre el Tejado y Vivo, Epa, Isidoro. Es particularmente importante destacar que cantó también en jingles publicitarios, principalmente los de la marca japonesa de carros, Toyota.
Participó como actor en diversas piezas de cine nacional e internacional, y una faceta poco conocida de este emblema que hoy abandona a los venezolanos fue la de las artes culinarias. Tuvo cinco restaurantes. Comenzó con “El Estadero” en La Victoria, y en Caracas tuvo "Los Arrieros", "La Guacharaca" y "El Cayo Claudio". Poca gente sabe que hizo cuatro años de Arquitectura en la UCV –donde fue parte del Orfeón Universitario- y tenía una empresa de construcción.
PUBLICADO: 17 de agosto de 2018