Facebook, Instagram, pero sobre todo Twitter, han sido las redes sociales más utilizadas por los venezolanos durante los últimos días de protestas en el país. Permitiendo inmediatez, interactividad y libertad de expresión, estos medios alternativos han venido a sustituir a los tradicionales para satisfacer la necesidad de información de los ciudadanos.
Radio y televisión han optado por la autocensura, acentuada una vez que el canal colombiano de noticias NTN24 (el único que dio cobertura a los hechos del pasado 12 de febrero cuando tres personas perdieron la vida en las manifestaciones que ocurrieron en Caracas) fue sacado de la grilla de programación de Directv y MovistarTV por órdenes de Conatel. Los diarios son víctimas de la escasez de papel, que los ha obligado a reducir su paginación y, en casos extremos, a dejar de circular temporalmente. Ante estas dificultades, los venezolanos se volcaron a las redes sociales para informarse, publicar y compartir contenidos informativos.
"Hay menos información y temor a informar, porque hay una política institucionalizada que castiga lo que se diga en un medio de comunicación", señala Carlos Correa, director de Espacio Público (ONG que tiene como finalidad la promoción y defensa de los derechos humanos, especialmente la libertad de expresión; el derecho a la información y la responsabilidad social en los medios de comunicación social). Correa agrega que "a la gente le niegan la información y eso es un catalizador para que la busquen por cualquier vía. Se ven obligados a encontrar puntos de fuga".
Creer o no creer
Si bien es cierto que las redes sociales son una importante fuente de información, hay que tener en cuenta que no todo lo que se publica en ellas es necesariamente cierto. Existe una infinita cantidad de información disponible. "Hay gente que está distribuyendo, inocente o deliberadamente, información falsa, y eso, lejos de aplacar, aumenta la incertidumbre", dice Correa.
A juicio del director de la ONG, la censura puede no alcanzar el propósito que pretende el censor. "Es posible que ocurra el efecto contrario, la gente busca y puede encontrar información que no es cierta, porque no hay mecanismos de autoregulación", explica.
Para dar en el blanco con información fidedigna, Correa recomienda buscar fuentes confiables, periodistas que gocen de credibilidad; también sugiere invertir tiempo en la selección de la información y no ser duplicador de contenidos que no sean verificados. "Hay que aprender a usar las herramientas que ofrecen las redes sociales para no contribuir a generar un espiral de desinformación".
A pesar de su uso, los medios digitales y las redes sociales no están excentos de censura. Luego de la salida del aire de NTN24, su página web fue bloqueada en Venezuela. También, la semana pasada, usuarios de Twitter se quejaron por no poder visualizar las imágenes de la red. Según el sitio especializado Bloomberg las autoridades venezolanas intervinieron para impedir la visualización del contenido gráfico de la red social. El vocero de Twitter, Nu Wexler, señaló que la empresa no era responsable del bloqueo.
Medios alternativos
Las redes sociales no són las únicas vías que utilizan los venezolanos para informarse. En los últimos días se ha popularizado el uso de Zello una aplicación gratuita para smartphones, que convierte al dispositivo en un receptor de radio en vivo encriptado, y pone a disposición canales temáticos o geográficos donde se puede hurgar, consultar y preguntar a otros usuarios en otras zonas del país, pero también reportar la situación en la región donde se encuentra. Sus usuarios en Venezuela lo han aprovechado para informar o desmentir noticias, y dar a conocer las convocatorias y puntos de encuentro de las recientes concentraciones estudiantiles
Los servicios de Livestream y Usestream también se han convetido en opciones de gran alcance para la transmisión de video en vivo mediante la red, y ante la falta de cobertura de los canales de televisión nacionales, permiten conocer en directo la situación en las zonas de protesta, y han servido para denunciar la represión policial contra los estudiantes en las zonas de Altamira y Chacao.
Los ciudadanos también han creado circuitos privados de información: grupos de chat, whatsapp, mensajes de texto; pero esto no es del todo positivo. "Hay una intoxicación informativa que hace que la gente tenga menos certeza de la realidad", concluyó Correa.
A propósito de esta situación, el Instituto de Investigaciones de la Comunicación (ININCO) de la escuela de Comunicación Social de la UCV emitieron un comunicado en el que emplazan al Gobierno Nacional a imponer el pluralismo del derecho a la información y la libertad comunicacional consagrados en los artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y exigen que el sistema de medios públicos atienda a las funciones de pluralidad que les corresponde por su condición de medios del Estado, es decir de todos los venezolanos y no de alguna parcialidad política en funciones de gobierno.
Consulte el comunicado aquí: http://goo.gl/M1rNwy
PUBLICADO: 19 de febrero de 2014