Quiksilver necesita con urgencia hallar un comprador para no desaparecer como marca.
La marca de ropa estadounidense afronta un momento crítico y estudia la manera de mantener abiertas sus tiendas y no eliminar los puestos de trabajo de sus empleados. Los responsables de la compañía se reúnen con potenciales compradores para tratar de cerrar una operación que permita salvar a Quiksilver de la bancarrota, pues la empresa ha perdido 75% de su valor en lo que va de año.
Quiksilver podría acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, que permite a las empresas con problemas financieros reorganizarse, por ejemplo rompiendo contratos de alquiler.
La empresa recibió una advertencia de la Bolsa de Valores de Nueva York, en la que se advertía a la marca que si su valor seguía cayendo podía ser excluida.
PUBLICADO: 16 de septiembre de 2015