El politólogo John Magdaleno ha venido sosteniendo que la estrategia de la confrontación radical contra el gobierno de Nicolás Maduro y los sectores que lo sostienen, no es rentable. La razón es que no contribuye a tratar de quebrar la coalición política, institucional y militar que lo mantiene, a pesar de un creciente rechazo popular.
En esta línea, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, envió a los militares y oficiales de los cuerpos de seguridad del Estado un mensaje distribuido a través de redes sociales, donde los invita a respaldar una transición pacífica y constitucional hacia una democracia republicana y plenamente funcional.
En un discurso breve, estructurado con precisión y dicho con empatía, Guaidó transmitió varios mensajes claves a los oficiales y efectivos militares en la actual coyuntura:
-La existencia de una política de paz y amnistía para aquellos que se sumen a la lucha por la transición.
-Aclarar que la demanda no es que produzcan sublevaciones o rebeliones, o a que den un golpe de estado, sino a que acaten la Constitución. No se les pide que disparen, sino que dejen de disparar.
-El reconocimiento a la dignidad de la condición militar y el compromiso de mejorar las condiciones socioeconómicas, de apresto y de profesionalización de la Fuerza Armada.
-Hacer entender a los militares que ellos también son víctimas de la represión y son utilizados como "chivos expiatorios" y cómplices forzados de diferentes violaciones al ordenamiento constitucional y legal, realizadas por unos pocos.
-La necesidad de rescatar el respeto y el respaldo social que ya no tiene la profesión castrense.
-El momento de actuar es ahora, por los peligros que acarrea la crisis.
Con una puesta en escena sencilla y sobria, Guaidó buscó generar confianza y credibilidad. Es obvio que la estrategia es, por un lado, lograr respaldo, pero también convencer al sector castrense de que la oposición es una opción real de poder, con la capacidad de llevar adelante la que podría ser la transición política más compleja de la historia venezolana.
Un refuerzo clave
Sin embargo, un punto especialmente efectivo de esta estrategia de comunicación con un sector muy cerrado y con una cultura que prioriza la disciplina y la obediencia, es apelar a la familia y a los valores personales.
Esa tarea no la asumió Guaidó, sino su esposa, la periodista Fabiana Rosales, quien se dirigió a las esposas, parejas, madres y hermanas de los militares con aplomo, amabilidad y empatía para reforzar el mensaje del parlamentario con una perspectiva más emocional.
Habló de los impactos de la crisis, de sus aspiraciones como madre y esposa de vivir tranquila y educar a su hija junto con su esposo en un país seguro y sin persecuciones, haciendo notar que esas aspiraciones no son distintas a las de sus destinatarias.
Fabiana Rosales también recalcó que no están invitando a los militares a rebelarse o a dar un golpe de estado, sino a respaldar una lucha democrática y constitucional.
La estrategia de distribución del mensaje fue a través de envíos por cuentas de redes sociales de familiares, amigos y relacionados con efectivos militares, y no por mecanismos directos para minimizar los riesgos.
Diversos reportes señalan que, por lo menos, el mensaje fue recibido, pero sus efectos se verán en los próximos días y semanas. En todo caso queda claro que hay una estrategia política que parece haber tomado en cuenta la necesidad de corregir muchos de los errores del pasado; entre ellos, la incapacidad de hablarle a sectores no convencidos.
PUBLICADO: 22 de enero de 2019