El logro fue más que deportivo. También tiene un ángulo comercial.
Después de que la selección venezolana de baloncesto clasificara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y se coronara campeona en el Preolímpico de Ciudad de México organizado por FIBA América, la exposición en los medios de todo el continente (y más allá) causó que este lunes Carmelo Cortez, presidente de la Federación Venezolana de Baloncesto, recibiera solicitudes de parte de Estados Unidos y China para que los combinados nacionales de esos dos países se midan al quinteto Vinotinto en encuentros de preparación de cara a la cita olímpica.
Sí. Estados Unidos, nada más y nada menos que el todopoderoso "Dream Team", solicitó un partido contra Venezuela. Ocurrió en 1992, ambos equipos se enfrentaron en la final, precisamente, de un preolímpico. En esa ocasión los venezolanos cayeron, después de haber plantado cara al equipo de ensueño original durante tres de los cuatro períodos del juego. Era la mayor hazaña del baloncesto nacional hasta la alcanzada en la capital de México el sábado.
Ahora, la calidad demostrada por los gigantes dirigidos por Néstor "Ché" García para imponerse a otra potencia latinoamericana, Argentina, lleva a los sucesores de aquel poderoso conjunto que reivindicó en 1992 el dominio estadounidense en las Olimpiadas de Barcelona a solicitar un partido para medir sus capacidades.
El combinado asiático fue más allá. Representantes de China solicitaron encuentros entre las selecciones nacionales masculina y femenina de ese país contra sus contrapartes de Venezuela. Es una muestra de que el deporte conlleva logros comerciales y mediáticos. La publicidad, de donde llegue, mueve influencias.
Alberto Araujo
PUBLICADO: 14 de septiembre de 2015