Con una plantilla de menos de 200 empleados (luego de haber tenido 1.200) y un tiraje que no sobrepasa los 20.000 ejemplares, el emblemático periódico fundado por el escritor Miguel Otero Silva, llega a sus 75 años convertido en adalid de la verdad, y en el último bastión de la libertad de prensa.
Miguel Henrique Otero, editor de El Nacional lo dice claro. Estos últimos 10 años han sido los peores para el periódico que su padre Miguel Otero Silva y su abuelo Henrique Otero Vizcarrondo fundaran en 1943.
El Editor en Jefe de El Nacional afirma a PRODUCTO que el periódico experimentó épocas de censura previa en los tiempos del dictador Marcos Pérez Jiménez; un boicot publicitario, que casi hizo que desapareciera, y confrontaciones diversas con gobiernos democráticos, a los que les disgustó alguna de sus publicaciones.
“Sobre nosotros se ejercieron presiones y se realizaron acciones ilegales pero nunca intentaron destruir al periódico. Sin embargo, la estrategia de este régimen es distinta. Ellos quieren llegar a un modelo de prensa única y controlar el flujo de opinión e información. Para ello han intentado acabar con el periódico e incluso han tratado de comprarlo como lo hicieron con El Universal y Ultimas Noticias, o aplicar distintas estrategias como coartar nuestra presencia, a través de los tribunales o recortando el suministro del papel. Pero todas las hemos resistido y hemos llegado a los 75 años resistiendo y estoy seguro que seremos el periódico que publicará el titular “Venezuela regresa a la democracia” “.
El precio de la verdad
Para Miguel Herique Otero que El Nacional esté permanentemente en la mira de CONATEL y del gobierno en general es parte del precio que tiene la verdad. Si bien la más reciente proceso sancionatorio (Ver CONATEL abre procedimiento a El Nacional Web) se debió a una publicación hecha en su página web por el presunto incumplimiento de la ley Resorteme y divulgar informaciones que desconocen a las autoridades legítimamente constituidas e incitan y/o promueven el odio, no es el más relevante al que el periódico se enfrenta.
“La utilización de los tribunales por este régimen ha sido notoria. En especial este juicio aupado por Diosdado Cabello que tiene su origen en una demanda de difamación que tiene como base una nota que replicamos y que publicó el ABC de España. El reportaje del ABC decía que un fiscal federal del Estado de New York había 
abierto una investigación por narcotráfico contra Diosdado Cabello, pero éste en lugar de demandar al ABC que escribió la nota, demandó a El Nacional, a La Patilla, y Tal Cual, medios que publicamos al día siguiente esa información”.
Para Otero la acción del teniente Cabello solo tiene asidero político y con ella busca amedrentar a los medios y sus editores. “Además, si los Estados Unidos han ejercido sanciones en su contra por narcotráfico, es fácil deducir que lo dicho por ABC era verdad”- enfatiza el editor.
Con respecto a la demanda y sus consecuencias, Miguel H. Otero señala que esta es una demanda de difamación que se llevó al plano civil sin que haya sentencia todavía, y que añade que, de haber una sentencia que implique pagar una compensación que ya estaba predeterminada, esto sería algo que “se le paga y ya”, pues a su juicio todo lo demás es parte del discurso de un régimen que lo usa los medios del estado para amenazar.
“Claro siempre pueden expropiar el periódico, eso ya lo han hecho antes, pero no será por ese juicio, será porque le da la gana”.
El papel de lo digital
El Nacional fue uno de los primero periódico con plataforma web en Venezuela y en los últimos años el crecimiento en esta plataforma y en redes sociales ha sido muy importante. “Al final del camino todo irá a lo digital que es la plataforma del futuro. Sin embargo, hasta ahora los grandes medios del mundo -si bien todos 
los días fortalecen su presencia en la red- se mantienen también la versión impresa”.
Para El Nacional y su gente el papel juega aun un rol fundamental, y por ello se han saltado el escollo de la corporación Maneiro y han logrado, gracias a sus conexiones con medios internacionales, comprar papel para mantener a flote su versión impresa.
“Estamos en modo sobrevivencia. Cuando se está así es muy difícil poder prescindir de uno u otro objetivo estratégico. La realidad mundial es que las plataformas digitales van a ir absorbiendo el flujo de noticias pero en el ínterin el impreso seguirá siendo un vehículo importante pues es el que genera el branding. El mundo digital es un universo donde se entrelazan las fuentes de información pero este aún está en el estadio más primitivo”.
Un Goliat que volvió David
Hace más de 5 años los directivos de El Nacional, siguiendo los pasos de otras grandes corporaciones de la información, abrieron una compañía en Miami llamada IberoNews, la cual no solo les ha permitido expandir sus horizontes, sino aprovechar su experticia en el manejo de la noticia y desarrollo de contenidos. La nueva empresa que trabaja con contenido web y de redes sociales en alianza con medios norteamericanos, se ha enfocado en atender al creciente número de lectores de ascendencia latina en el país del norte, y a segmentar información y adaptándola a los diferentes mercados en Latinoamérica. (Ver PRODUCTO 376, edición 33 Aniversario)
Aún con esta estrategia, Miguel Henrique Otero señala que la crisis es terrible. “Somos un periódico que tuvo que reducir al mínimo productos, inversiones e iniciativas y que pasó de tener 1.200 empleados a contar con un staff que no llega a las 200 personas. Y este no es el mejor modelo de nuevos negocios. Así que la verdad es que nosotros estamos resistiendo. Y lo hacemos para seguir siendo un impreso que cuenta con reconocimiento internacional como el medio que dice la verdad sobre el país”.
PUBLICADO: 01 de agosto de 2018