Hasta el 31 de diciembre de 2011 circularon los billetes y monedas anteriores al bolívar fuerte. En ese momento, y para advertir sobre el cambio, el gobierno venezolano realizó varias piezas institucionales que difundió ampliamente por todos los medios; en ellas se detallaba información sobre las nuevas piezas metálicas y de papel que entraron en vigencia el 1 de enero de 2012.
Uno de los mensajes mostraba a un opositor que cuestionaba el cambio monetario. De manera premonitoria, aseguraba que habría inflación, devaluación y desabastecimiento, entre otras características negativas. El otro personaje de la historia, un oficialista, le hacía frente a la advertencia sin mayor razonamiento lógico. Hoy, tres años después, ¿quién tenía la razón?
PUBLICADO: 07 de enero de 2015