La legendaria empresa de agua mineral francesa con más de 75 plantas a nivel mundial que producen alrededor de 11 millones de litros agua, lanza al mercado su nueva presentación con burbujas más pequeñas –una gran necesidad para el mercado- y recurre al revival de su más sonado comercial
María Alejandra Almenar/ @mariale_almenar
Una mujer luchando contra un león por una botella de agua… ¿quién pensaría que puede ser una buena idea? Pues se le ocurrió a la agencia Ogilvy & Mather en 1990 y fue tan buena, que ganó el Grand Prix en el Festival de Cannes de 1991.
Y como todo lo bueno se repite, la idea regresa este año, aunque notablemente reducida.
En el nombre del agua
La marca Perrier se ha coronado como la marca de agua mineral número 1 en el mundo. El producto originario de Vergèze, y que data de finales de los años 1800, surge de los manantiales de esta localidad y se diferencia del resto de las marcas por ser el punto intermedio entre un agua gasificada y un agua simple.
La marca Perrier ofrece como su producto bandera, un agua mineral con cierto contenido natural de carbono, lo que la hace burbujeante por sí sola, siendo envasada sin tratamientos químicos en una icónica botella verde. Tan famosa ha sido esta botella, que ha conducido algrupo Perrier a la fundación de 75 plantas embotelladoras que llegan a la suma de 11.000 millones de litros de agua producidos por año para las casi 73 marcas del grupo.
Una estrategia transparente
La estrategia comunicacional de Perrier ha sido brillante y ha evolucionado con los tiempos. Desde el elitesco slogan de “el champagne de las aguas minerales”, pasando por el “el agua burbujeante elegante” que le otorgó estatus y distinción ante el público en 1946, esta marca se ha dado el lujo de contar entre sus artistas de diseño a nada más y nada menos que a Salvador Dalí.
Además ha publicado sus propias historietas en los años 60, patrocinando eventos tradicionales como el Tour de Francia, de la mano de Andy Warhol en 1984 y finalmente, produciendo el mítico comercial que le rindió el premio e Cannes en 1991 de la mano de Ogilvy & Mather.
Un rugido clásico
En 1990, Ogilvy produjo para Perrier un spot en el que una mujer sedienta se enfrenta a un león no menos necesitado por una botella de agua Perrier. Los 32 segundos que dura el comercial bastaron para enamorar a la élite de la publicidad reunida en el Festival de Cannes de 1991 que le otorgó a la agencia un premio Grand Prix como el mejor comercial de año, haciendo a Perrier rugir por encima de todas las marcas competidoras. Este icónico comercial, vuelve este año, con la idea intacta pero intencionalmente más pequeño en todos los sentidos.
Le petit león
El lanzamiento de Perrier Fines Bulliers es la excusa perfecta para revivir y literalmente “rejuvenecer al león”. El nuevo producto es una variedad del agua Perrier con burbujas mucho más pequeñas y ligeras que las de la presentación original y para ello, el director del comercial Johnny Green, conservó la idea del spot original, reproduciéndola para la misma agencia Ogilvy a una escala intencionalmente menor.
Cambiaron la feroz y sedienta mujer por una no menos feroz pero muy tierna niña que no escala un monte sino una piedra escarpada y se enfrenta a un joven aunque amenazante cachorro de león. Toda la analogía con las nuevas burbujas más pequeñas que las originales, justifica lo que de otra manera pudiera tomarse como un vulgar plagio y lo convierte en un homenaje a lo que fue en su momento un hito publicitario.
Lo que no sabemos –y dudamos- es si la nueva versión traerá para la agencia los mismos créditos en cuanto a la premiación que obtuvo el comercial original.
PUBLICADO: 20 de febrero de 2018