El gobierno busca fórmulas para concentrar el creciente mercado de remesas con la idea de que estas divisas se conviertan en la fuente fundamental de oferta para el mercado Dicom. El problema es que más de 95% de los dólares que los venezolanos emigrados envían a sus familiares residentes en el país no pasa por el sistema financiero nacional, sino que se cambian en el exterior. En Venezuela, se reciben las transferencias en bolívares.
Por esta razón, la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario instruyó a los bancos bloquear las cuentas de aquellos nacionales venezolanos que pretendan hacer transferencias desde el extranjero, sin notificar previamente su salida del país, con itinerario incluido.
Además, el fiscal general de la República, designado por la ANC, Tareck William Saab, le puso cariz judicial a esta batalla por las remesas, al anunciar que se detectaron 2.144 casas de bolsa ilegales en el exterior -fundamentalmente en Colombia -donde hay unas 600- Chile, Perú, Argentina, México, España, Panamá, Ecuador, Costa Rica, República Dominicana, Bolivia, Estados Unidos y Brasil, todos destinos donde habita un elevado número de venezolanos eyectados de su país por la crisis.
Igualmente, Saab expidió 70 órdenes de captura contra personas, que no identificó, por su presunta participación en el movimiento de remesas "ilegales", como parte de una versión renovada de la Operación "Manos de Papel", cuyo objetivo inicial era impedir el contrabando de extracción de billetes de bolívares. La nueva versión parece que busca impedir que no lleguen los dólares remitidos por nacionales en el exterior al mercado interno.
Un mercado jugoso
El mercado de remesas se está haciendo clave en opinión de diversos analistas. Para el año 2019, las proyecciones conocidas apuntan que llegarán entre USD 2.900 millones y USD 3.660 millones como envíos de familiares expatriados.
La evolución de estos envíos ha sido realmente importante. De acuerdo con cifras recientes de Ecoanalítica, se pasó de un flujo estimado de USD 759,3 millones al cierre del primer semestre de 2017, a USD 1.188,10 millones en el mismo lapso de 2018. Igualmente, la firma sostiene que en el mismo período, el número de receptores de remesas pasó de 1,7 millones a 2,2 millones, y el promedio por operación se movió de USD 75 a USD 90.
Los pronósticos a la mano señalan que, durante el año 2019, el promedio por transacción podría pasar de USD 100 a USD 130. Tarek william Saab sostiene que la actividad de remisión ilegal de fondos ha significado "pérdidas" para el Estado de entre USD 200 millones y USD 300 millones, las cuales, si se anualizan, "fácilmente" pueden superar los USD 1.000 millones.
El fiscal precisó que hay más de 3.000 cuentas bloqueadas, 621 órdenes de aprehensión emitidas y 155 personas detenidas. Lo que no aclara Saab es la verdadera naturaleza del delito, porque hasta donde se sabe el régimen sancionatorio de ilícitos cambiarios fue derogado y el Convenio Cambiario N° 1 permite la libre realización de operaciones con divisas, al extremo de que el gobierno habló de libre convertibilidad.
El problema para el Ejecutivo es el creciente diferencial entre el tipo de cambio Dicom y el paralelo, que ya sobrepasa 75% en la paridad a favor del "criminal", por lo que obviamente, en un entorno donde el salario ya ha perdido 80% de su capacidad de compra desde el ajuste de agosto, y el ritmo de la devaluación fue dejado largamente rezagado por la inflación, las personas que toman decisiones económicas racionales hacen lo que sea necesario para vender sus divisas a una tasa que les asegure un mayor poder de compra.
Trascendió en fuentes políticas que el Ejecutivo podría tomar medidas adicionales de control sobre la movilización de dinero a través de cuentas en bancos venezolanos, para lo cual se están manejando varias propuestas. En opinión de los decisores gubernamentales, el objetivo es reducir la influencia del paralelo y lograr que la mayor parte de las remesas se cambie a la tasa oficial.
PUBLICADO: 08 de noviembre de 2018