Las autoridades chinas sancionaron a 197 personas por divulgar rumores en la red sobre la volatilidad de las bolsas de ese país o las explosiones ocurridas el 12 de agosto en una terminal de contenedores del puerto de Tianjin (norte), entre otros asuntos delicados para el Gobierno.
El Ministerio de Seguridad Pública informó en un comunicado que los sancionados expresaron arrepentimiento sobre su conducta por “haber creado pánico, confundido a la población y provocado la inestabilidad en el mercado y en la sociedad”.
Añade que la campaña se centró en “rumores sediciosos“, como “un hombre se suicida en Pekín por los reveses de la bolsa” o “al menos 1.300 fueron asesinadas en las explosiones de Tianjin” (que provocaron 150).
Tres días después de que tuvieran lugar las explosiones, cuya causa aún no ha sido revelada, las autoridades chinas anunciaron medidas contra más de 360 cuentas de redes sociales por divulgar rumores sobre la tragedia, mientras muchos internautas del país demandaban al gobierno en internet saber la verdad de lo ocurrido, reseñó Efe.
Como resultado de la campaña, 165 cuentas de redes sociales fueron suspendidas, pero no especifica qué otros castigos se han llevado a cabo.
El Ministerio de Seguridad Pública insta también a reforzar la ley y a penalizar las violaciones que se cometan en internet, y exhorta a los operadores de la red a garantizar el orden del ciberespacio.
Confesión pública
Wang Xiaolu, periodista de la revista Caijing, fue detenido tras la reciente tormenta bursátil china por difusión de noticias falsas sobre las acciones y los mercados, según la agencia oficial Xinhua.
Wang, en un artículo publicado en julio, afirmó que los reguladores del sector estudiaban la posibilidad de una salida del mercado de los fondos públicos.
Esta perspectiva de una retirada prematura era susceptible de generar gran incertidumbre entre los operadores, en momentos en que Pekín intervenía con fuerza para estabilizar las bolsas, en particular mediante compras masivas de acciones por parte de organismos públicos.
La Comisión china de regulación de mercados financieros (CSRC) había desmentido rápidamente las informaciones del periodista, calificándolas de “irresponsables”.
El periodista apareció en un video divulgado el lunes por la televisión estatal CCTV “confesando” ante la cámara que había buscado deliberadamente dramatizar la situación.
“No debí publicar este artículo que impactó negativamente en el mercado en un momento muy sensible (…) Lo lamento profundamente”, se lo ve declarar.
Este tipo de “confesión televisada”, incluso antes de un juicio, es una práctica habitual en China, donde la justicia está estrechamente sometida al poder político.
Según Xinhua, el periodista “confesó” que sus “falsas informaciones” habían “provocado pánico y desorden en la bolsa, mermado seriamente la confianza de los mercados e infligido enormes pérdidas al país y a los inversores”.
Las autoridades chinas también investigan a cinco empresas de corretaje, entre ellas una de un banco estatal, por posibles irregularidades durante la reciente caída de las bolsas de este país, que en la mañana del lunes se precipitaban por encima del 3% pese a las diversas medidas del gobierno para evitar su desplome.
PUBLICADO: 31 de agosto de 2015