Mientras las noticias van y vienen en redes sociales, y los medios de comunicación dedican espacio y recursos a acciones del gobierno y episodios puntuales de notoria relevancia, la atención de los analistas se enfoca en tratar de dilucidar qué factores podrían ocasionar una reacción y cómo afectaría esa posibilidad el día a día en el país.
Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, asegura, sin embargo, que es muy temprano para prever la posibilidad de un estallido social que pudiera derivarse del desabastecimiento de determinados productos, e, incluso, para determinar cómo esa situación podría influir en el resultado de las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre de este año.
Explica, sin embargo, que las reacciones sociales son impredecibles, y agrega que aunque el entorno parece apuntar a la estabilidad, siempre hay situaciones puntuales que pueden afectar a la población notablemente, hasta el grado de llevar a la colectividad a la rabia. “No veo eso como un escenario cercano”, agrega.
León manifiesta que, aunque recientemente ha habido acontecimientos que conllevan la reacción de grupos, como el de la orden de desalojo de los centros de distribución de varias empresas en la zona de La Yaguara, en Caracas, que considera grave porque ve como una acción innecesaria al haber otras grandes extensiones de terreno disponibles para fines habitacionales, no halla en esas ejecuciones un posible disparador de una situación desestabilizadora. “Son eventos puntuales, manejados con rifles y no con ametralladoras”, asegura.
Acerca del asunto del desabastecimiento y las fallas de distribución, que se deben en gran parte, dice, a la escasa disponibilidad de divisas, afirma que lo inquieta de una manera mucho más importante, pero concluye que, pese a tratarse de un tema sensible, es también la causa de que surgiera un mecanismo de estabilización social en el que los recursos económicos cambian de mano, de las clases altas y medias, hacia los sectores más desfavorecidos. “Es un mecanismo de estabilización social perverso, pero un mecanismo de estabilización al fin”, señala.
“El desabastecimiento es el problema más grave que veo, pero no está todavía en su clímax porque una parte importante de la población sigue consiguiendo productos como sea. La gente está más pendiente de hacer una cola para obtener unos reales por bachaqueo que de pensar en la posibilidad de una reacción masiva”, sentencia León, que añade: “La falta de divisas puede llevar a que esto se acentúe, pero nada más”.
Pese a ello, matiza que el estabilizador social originado por la situación no es popular, ni favorece en alguna medida al gobierno.
“Aunque esta acción perversa por medio de la cual se empareja un poco la disponibilidad económica de diferentes clases sociales crea estabilidad, y hace que el presidente Maduro gane precisamente eso, estabilidad, no es algo que le aporte respaldo o votos, porque quienes se benefician de esa labor de reventa no lo perciben como un beneficio de parte del gobierno”, indica el presidente de la encuestadora.
Operativos de seguridad
León, consultado sobre otra de las acciones que han dado de qué hablar de forma reciente, la denominada Operación Liberación del Pueblo, de la que el gobierno ha realizado operativos en diversas zonas de Caracas y en estados como Aragua y Miranda, afirma que ve las acciones como un tema de populismo que tiene como fin complacer a algunos sectores radicales del chavismo. “No creo que la incomodidad que pueda causar lleve a que se convierta en el factor que dispare una reacción social”.
Al respecto, agrega que la ola de inhabilitaciones a políticos de oposición podría tener efectos más marcados que los operativos. “Pueden convertirse en una manera de promover la desmovilización opositora de cara a las elecciones, y en una forma de provocar a la oposición radical”.
Elecciones parlamentarias
Acerca del escenario electoral, para León no hay un panorama que se vislumbre como una posibilidad clara. Asegura que hay un riesgo grande para el gobierno de sufrir una derrota en los comicios parlamentarios, algo que puede verse como una buena noticia en términos de balance de poder. Sin embargo, cree que existe la posibilidad de que tal escenario lleve al gobierno a radicalizarse, y a la oposición radical a jugar un rol más importante.
Explica que tal escenario, de darse, tendría como fin, desde la parte opositora, el intento de desestabilizar al actual gobierno para intentar tomar el poder, lo que puede crear conflictos de calle.
Alberto Araujo
PUBLICADO: 31 de julio de 2015