El Dicom e Interbanex están concebidos como mercados de oferta y demanda privada de divisas, pero ahora el Banco Central de Venezuela (BCV) decidió que venderá discrecionalmente divisas a la Banca pública y privada para que sean vendidas a "clientes del sector privado", con excepción del propio sistema financiero y el mercado de valores.
Esta medida busca evidentemente crear un mecanismo de estabilización del mercado, en función de que se cumpla la nueva regla cambiaria que ancla la paridad cambiaria en un valor único de BsS 3.300.
Sin aviso ni protesta, el BCV podrá debitar de las cuentas que las entidades bancarias mantienen en el ente emisor las cantidades en bolívares equivalentes al monto de las divisas colocadas por un tipo de cambio de BsS 3.299,12, previsto en el artículo 9 del Convenio Cambiario N° 1.
Los bancos podrán venderse entre sí las existencias excedentes de divisas, en el caso de que alguna institución no tenga cómo cubrir la demanda de sus clientes empresariales.
Los bancos no podrán mantener estas divisas por más de cinco días hábiles, al término de los cuales deberán vender los saldos no colocados al BCV con un descuento de 5% al tipo de cambio aplicado.
Si los bancos no logran liquidar ni vender los saldos al BCV al cierre del plazo previsto, el emisor aplicará a las entidades la tasa correspondiente a las operaciones de descuento, redescuento y anticipos más un incremento de 10%.
La Banca deberá hacer estas ventas de divisas, a través de sus mesas de cambio.
Fuentes del sector bancario indican que la Banca hizo algunas observaciones a los funcionarios de la administración Maduro, porque existe preocupación sobre el impacto que este nuevo esquema, que incluye un elevado encaje legal.
Al parecer, habrá una revisión de las tasas de interés, algo que resulta toda una curiosidad si se considera el entorno hiperinflacionario, y no hay manera de que los tipos dejen de ser negativos, por más que se incrementen.
PUBLICADO: 29 de enero de 2019