Paul Allen, el multimillonario cofundador de Microsoft, ha fallecido. Fue un inversionista, empresario y filántropo que influyó en muchos aspectos de la vida moderna: desde la tecnología y la ciencia hasta el deporte y la música.
Según el reporte de CNN, Allen tenía 65 años cuando falleció en Seattle por complicaciones relacionadas con el linfoma no Hodgkin, dos semanas después de que él dijera que estaba recibiendo tratamiento para combatir la enfermedad.
Allen fundó Microsoft con Bill Gates en 1975, varios años después de que los dos se conocieran como compañeros en una escuela privada de Seattle. Allen dejó la compañía en 1982, luego de que fuera diagnosticado con la enfermedad de Hodgkin.
"Estoy desconsolado por el fallecimiento de uno de mis amigos más antiguos y queridos, Paul Allen", sostuvo el fundador de Microsoft, Bill Gates, en un comunicado. "Paul fue un verdadero socio y querido amigo. La computación personal no habría existido sin él", añadió.
La presidenta ejecutiva de Microsoft, Satya Nadella, afirmó que las contribuciones de Allen fueron"indispensables". "Como cofundador de Microsoft, a su manera tranquila y persistente, creó productos, experiencias e instituciones mágicas y al hacerlo cambió el mundo", dijo la ejecutiva.
Allen no dejó de trabajar en sus proyectos cuando salió de Microsoft. Permaneció en la junta directiva de la compañía durante varios años, mientras establecía su propia fundación filantrópica, junto con Vulcan, su firma de inversión.
También compró dos equipos deportivos profesionales: los Seahawks de Seattle de la NFL y los Trail Blazers de Portland de la NBA. Estuvo involucrado con ambos hasta su muerte.
"Paul Allen fue el último trail blazer", señaló el comisionado de la NBA, Adam Silver, y agregó que Allen era uno de los propietarios más antiguos de la liga. "Era una voz valiosa que desafiaba las suposiciones y la sabiduría convencional".
El tecnólogo, que según Forbes tenía una riqueza de USD 20.300 millones al momento de su muerte, donó más de USD 2.000 millones a programas sociales. También fundó varias organizaciones, entre ellas la empresa de transporte espacial Stratolaunch, el Instituto Allen de Inteligencia Artificial y otro Instituto Allen que se centra en la biociencia. Vulcano se encargaba de manejar sus negocios y sus intereses filantrópicos.
"Compartíamos la creencia de que al explorar el espacio de nuevas maneras podíamos mejorar la vida en la Tierra", dijo el fundador y presidente ejecutivo de Virgin Group, Richard Branson.
"Todos los que tuvimos el honor de trabajar con Paul sentimos una pérdida inexpresable", manifestó el presidente ejecutivo de Vulcan, Bill Hilf. "Hoy lloramos a nuestro jefe, mentor y amigo, cuyos 65 años fueron demasiado pocos. Y reconocemos el honor que ha sido trabajar junto a alguien cuya vida transformó el mundo", añadió.
En sus últimos años, Paul Allen emprendió varios proyectos proyectos más, desde lo benéfico hasta lo aventurero.
En 2014, se comprometió con al menos USD 100 millones para ayudar a combatir el virus del ébola. En 2017, prometió otros USD 30 millones para albergar a las personas sin hogar de Seattle.
Este año, Allen seguía encontrando otras formas de dejar su huella en el mundo. Un equipo de exploradores liderado por él descubrió en marzo pasado restos del USS Juneau, un crucero de la Segunda Guerra Mundial hundido por un torpedo japonés en 1942.
PUBLICADO: 16 de octubre de 2018