A Acción Democrática lo que le falta es la N para describir lo que realmente significa ser venezolano. Sí, es un ADN corrompido, chabacano y dócil y estamos sufriendo la peor de sus facetas.
Cuando el AD-N mutó y nos reveló esta faceta resentida, psicópata y cruel. El día que descubrimos frente al espejo que nos convertimos en un agente infeccioso que solo puede multiplicarse destruyendo el espacio que habita, ese día que nos “cayó la locha” de nuestra condición de virus. En ese momento nos dimos cuenta que no éramos tan malos.
La palabra Adeco describe la esencia del carácter de un individuo que evolucionó de una manera muy peculiar gracias a la dadivosidad de su entorno.Un individuo lleno de lugares comunes, pero con la irresponsable tozudez de buscar la felicidad en la liviandad.
Nuestros Cinéticos (Soto, Cruz Diez), que son uno de los pocos productos culturales trascendentes del país que no tienen nada que ver con la cocina, nos describen a la perfección.Lúdicos, coloridos, hipnóticos y amorales.
Ese carácter se convirtió en acción, en filosofía, en política y en una forma extraña de convivencia democrática.En un pacto tácito con la pereza, la impuntualidad y el hedonismo.Ese acuerdo insólito de dejar guisar al que está en el poder a cambio de gasolina gratis.
Ser adeco es una vaina seria. No se escoge, se contrae.La iconografía adeca ha sido despreciada con el peor de los desplantes. El silencio.Ese medallón-logo que clama Pan, Tierra y Trabajo.Esa estética taurina que nos da pena, indeleblemente tatuada en lo más profundo de nuestro ser.Y ese himno. Una mezcla de marcha circense-militar donde pueblo y milicia juntos marchan alegres a la liberación de la tiranía y que recoge el espíritu de los himnos soviéticos, devela el monstruo rojo que habitaba el corazón blanco.Monstruo que creció alimentado de resentimiento e incapacidad y cual Frankenstein está sediento de venganza parricida.
El himno de AD es obra de 2 genios venezolanos. Música de Inocente Carreño, autor impresionista y de espíritu cinematográfico, quien hundido en su genialidad, falla en crear una pieza realmente popular y de fácil entonación para el lumpen. “Adelante a luchar milicianos” requiere de cierta memoria musical básica que no tiene todo el mundo. Letra de Andrés Eloy Blanco. A quien considero uno de los jodedores más serios de este país.
"Pintor nacido en mi tierra,
oye, en mi tierra, con el pincel extranjero,
pintor que sigues el rumbo
de tantos pintores viejos,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros."
Muestra del genio humorístico, pirómano cultural y socialista que era Andrés Eloy se extrae de esta estrofa de su mítico poema “Píntame Angelitos Negros”.Solo a un iluminado se le ocurre pedirle a los pintores criollos que renieguen de la hipocresía iconográfica eclesiástica, que no da cabida a los negros en el cielo, pero además restregándoles en la cara su falta de identidad.
El autor en el himno adeco nos habla y nos delimita de manera extraordinaria en su “Adelante a luchar milicianos”:“Marinero de entraña selvática, llano y monte y leal corazón”.
Eso éramos y eso aún habita en nosotros. Creativos, curiosos y buenos. Porque aún existe un monstruo blanco en ese corazón rojo.Acción Democrática no es un partido. Es una religión que trasciende el tarjetón electoral.El adeco vivía y dejaba vivir. Estos no.
Es verdad, eran una mierda y responsables directos de todo lo que nos ha pasado, pero hoy en perspectiva me doy cuenta de que no eran tan malos. No lo éramos.Hoy a lo lejos, se ve que entre nosotros había un respeto por las formas, había un atisbo de decencia y una mínima concesión a la honorabilidad.
Con los adecos se vivía mejor.
¡Coño, se vivía!
Los extraño.
PUBLICADO: 24 de abril de 2017