El público entiende que las empresas deben hacer lo necesario para sobrevivir. Pero también esperan que aprovechen sus propios y vastos recursos -financieros, tecnológicos y organizativos- para ayudar a combatir la pandemia.
Hace unos días leí en el Financial Times - www.ft.com - sobre los peligros de hacer negocios en la era de Covid-19 y hacían alusión a Adidas, la poderosa marca deportiva. Adidas se encontró bajo el ataque de políticos, celebridades y columnistas que arremetieron contra su respuesta inicial a la crisis. Hubo llamamientos para boicotear los productos del grupo.
¿Qué hizo Adidas? La reacción se desencadenó por la decisión de la empresa de no pagar los alquileres de sus tiendas de marca propia, que se cierran como parte del bloqueo del coronavirus. La decisión fue perfectamente legal, como incluso algunos críticos admitieron. Como los líderes políticos se apresuraron a señalar, la medida fue diseñada para ayudar a los individuos y a las empresas que luchan por la supervivencia financiera, no a las corporaciones de derechos de autor como Adidas, que obtuvo casi €2.000 millones de beneficios netos el año pasado. Golpeado por las críticas, Adidas finalmente se echó para atrás. También emitió una disculpa, reconociendo que su anterior decisión había sido "decepcionante". El daño, sin embargo, estaba hecho.
Los líderes empresariales que luchan por sortear la crisis deberían prestar mucha atención al caso de Adidas. La lección más importante es que ahora, más que nunca, las empresas privadas deben ser buenos ciudadanos y ser vistas como tales. El público entiende que las empresas deben hacer lo necesario para sobrevivir. Pero también esperan que aprovechen sus propios y vastos recursos -financieros, tecnológicos y organizativos- para ayudar a combatir la pandemia. La segunda lección es que, con razón o sin ella, el escrutinio será especialmente implacable con las empresas de más alto perfil y más exitosas.
La pandemia del coronavirus supone una dura prueba incluso para el líder empresarial más consumado. El reto al que se enfrentan los líderes empresariales hoy en día es fácil de identificar, y diabólicamente difícil de superar: asegurar no sólo que su empresa sobreviva a la crisis, sino que sobreviva con su reputación intacta.
Asdrubal Oliveros R. Economista Socio-Director de Ecoanalítica
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PUBLICADO: 13 de abril de 2020