No le han bastado las motos. Yummy, la empresa venezolana de servicio de entrega inmediata a domicilio, ha decidido sumar automóviles a su flota. Solo que no para repartir sushi, hamburguesas o pollo frito de casa en casa sino para trasladar pasajeros en Caracas y sus ciudades satélites.
El 22 de julio. Ese día Yummy estrenó su aplicación de movilidad para conectar a los pasajeros con los conductores de vehículos a su servicio: Yummy Rides. En criollo: "Darles la cola". Y en apenas 20 días, jura Francisco Rodríguez, director general de la compañía, alcanzaron la primera meta de 10.000 viajes.
Empezaron con 200 vehículos de particulares y ya llegaron a los 600. Autos de abogados, ingenieros, comunicadores sociales y comerciantes –entre otros profesionales de distintas áreas- que se apuntaron a la aplicación para convertirse en “drivers”, esto es, en choferes con ganas de meter dinero adicional su bolsillo. Lo que es sumamente comprensible en un país donde un médico residente cobra 3 y 4 dólares en un hospital público. Mensualmente.
“Mientras que en Yummy Rides pueden llegar a ganar 500 dólares en una semana”, aclara Rodríguez, pues aunque no se les exige a los conductores cumplir con un horario, queda claro que “mientras más tiempo se conectan, más viajes pueden hacer y, por ende, más ingresos van a obtener al final del día”.
Lo que sí deben hacer los choferes es someterse “a un exhaustivo proceso de selección” que incluye una entrevista preliminar, pruebas psicológicas y psicotécnicas y, por supuesto, una inducción con instrucciones claras acerca de cómo tratar a los clientes.
Amén de que son revisados algunos de sus documentos, sobre todo cédula de identidad, registro de información fiscal (rif) y antecedentes penales. “Porque lo más importante es ofrecer seguridad a los clientes”, aclara el director de Yummy Rides, quien explica que los automóviles deben cumplir igualmente con una serie de requisitos: estar en buenas condiciones mecánicas, sin choques en la carrocería, y con aire acondicionado. Por cierto: no se aceptan modelos anteriores a 2005.
La tarifa mínima es de tres dólares (US 3,0) para un viaje de tres o cuatro kilómetros. Y se puede cancelar en efectivo, con tarjeta de crédito, pago móvil o zelle. Y aunque actualmente solo hacen viajes en Caracas y las ciudades satélites (Guarenas, Guatire, San Antonio y Los Teques), además del aeropuerto internacional Simón Bolívar en Maiquetía, antes de que finalice el año planean sumar las doce ciudades donde Yummy tiene presencia como servicio de delivery.
Eso sin contar que acaban de incorporar una flotilla de jeeps para hacer viajes a Galipán, en la ladera norte del cerro El Ávila.
En vista de que la competencia (la aplicación de movilidad Ridery) les lleva un año de ventaja, Yummy Rides no ha dejado de ofrecer ofertas tentadoras. Por ejemplo: los tres primeros viajes son gratuitos para quienes bajan la aplicación, se suscriban a sus servicios, y obtengan el código “Yummy te lleva”. Y a partir de septiembre, adelanta Rodríguez, anunciarán planes novedosos.
Tampoco de hacer publicidad. El director de Yummy Rides jura que toda la estrategia de mercadeo se hace in house, es decir, en el departamento de publicidad y mercadeo de la marca, que se encargó de crear el slogan: “Cuando quieras, donde quieras”. Una estrategia que cualquiera calificaría de agresiva: cuñas en programas radiales (por ejemplo en el Circuito Unión Radio y FM Center, entre otras), presencia activa en redes sociales y sobre todo pago de tarifas a actrices de telenovelas e influencers; así como vallas, aficheras, banderolas y otras modalidades de publicidad exterior.
PUBLICADO: 24 de agosto de 2021