Luego de la reunión de su padre y representante con el inflexible presidente Josep María Bartomeu, el crack evitó que la sangre llegase al río. Una decisión sensata. También se queda Luis Suárez.
A 11 días de haber enviado un burofax (comunicación con valor legal) anunciando su salida del Barcelona y tras analizar su propio panorama, Leo Messi dio marcha atrás y decidió quedarse. Es obvio que no le convenía pagar la cláusula de recisión de contrato de 700 millones de euros, que como adelantó PRODUCTO supera casi seis veces su propia cotización internacional (ver ¿Cuánto vale Leo Messi fuera del Barcelona).
Tampoco le resultaba iniciar un juicio contra el club de sus amores. Ni por plata ni por imagen pública. Messi lleva 20 años en el Barsa y juega en primera desde los 17 años (2004). Hizo allí toda su carrera. Se deben todo mutuamente.
En una entrevista exclusiva en su casa con el sitio Goal.com, Messi reveló su decisión. El gran ganador pareciera ser el presidente del club catalán, Josep María Bartomeu, aunque las declaraciones del cracklo dejan en off side.Y también la realidad: junto con la marcha atrás de Messi está el retroceso del club respecto de la salida de Luis Suárez. El delantero uruguayo no tendrá que hacer maletas. El entrenador holandés Ronald Koeman contradijo su postura de hace dos semanas y aseguró que lo tendrá en cuenta en el equipo. Suárez no solo es gran amigo de Messi. Fue la única persona, además de su círculo familiar, con la cual se reunió tras el famoso burofax.
Este capítulo no se cierra, de todos modos. Habrá que ver si en las próximas semanas se resuelven las rispideces con Bartolomeu, que en este lío tiene todas las de perder. Y ver también cómo son los próximos 10 meses en resultados deportivos. En junio próximo se vence el contrato de Messi. Entonces podrá irse gratis (sin cláusula de recisión) o firmar un convenio nuevo pensando en terminar su carrera en el azulgrana.
Como sea, ni el presidente ni el ídolo la tienen fácil. Pero parece que Messi está más cómodo en sus zapatos que el directivo en su escritorio. Al menos el jugador cuenta con el cariño de la fanaticada. Bartomeu ni eso.
PUBLICADO: 04 de septiembre de 2020