Alberto Federico Ravell fue designado por la Asamblea Nacional como presidente del Centro de Comunicación Nacional, un ente asesor que será el encargado de diseñar y llevar adelante la estrategia de comunicación del titular del parlamento y mandatario encargado de la República, Juan Guaidó, en un momento cuando, aparentemente, se aceleran los tiempos de la transición política que demanda más de 75% del país, según las encuestas.
Ravell tendrá la complicada tarea de crear una estructura multimedia para elevar el volumen y la penetración del mensaje de Guaidó, que no nacerá de la nada, porque los partidos que conforman la mayoría parlamentaria tienen equipos y recursos sobre los cuales ha venido descansando la responsabilidad llevar la voz del presidente del parlamento a todo el país, con evidente éxito.
El acuerdo aprobado por la Asamblea Nacional señala que el organismo que preside Ravell no solo llevará la dimensión estratégica de la política comunicacional del presidente interino y el parlamento, sino también tendrá incidencia en la coordinación de las estrategias de las fuerzas democráticas que respaldan a Guaidó. La intención parece ser centralizar los mensajes y las iniciativas en esta etapa de "cese de la usurpación".
Alberto Federico Ravell no se encuentra en Venezuela, por lo que deberá designar a un plantel ejecutivo que haga el trabajo operativo en el territorio nacional.
En la AN se ponderó, en primer lugar, la experiencia de Ravell como conductor de medios exitosos, como Globovisión, el canal de noticias que, bajo su dirección, se convirtió en referencia informativa nacional, y el portal La Patilla, un medio digital que tiene cerca de 7 millones de seguidores en Twitter y es el segundo portal de noticias más visitado a escala nacional, según Alexa, detrás de El Nacional.
Anteriormente, Ravell dirigió a Venezolana de Televisión en la administración del ex presidente adeco Jaime Lusinchi (1984-89), una experiencia que terminó con una investigación parlamentaria por presuntas irregularidades. Además, fue radiodifusor y participó en la gestación de Televén, como propuesta alternativa al duopolio televisivo que formaban RCTV y Venevisión, junto con Omar Camero y el animador Guillermo González.
Actualmente, controla la mayoría accionaria del canal colombiano CableNoticias, el cual adquirió en 2011, junto con el empresario Tobías Carrero, amigo de primera hora del ex presidente Hugo Chávez.
Sin embargo, Ravell fue uno de los líderes de medios en Venezuela que más temprano enfrentó al gobierno chavista y se convirtió en blanco directo de insultos y amenazas, por parte del propio Chávez, antes y después de las protestas, paros y el golpe de estado del 11 de abril de 2002. El periodista fue, de hecho, acusado de ser uno de sus principales promotores.
Ravell dejó Globovisión en 2010, antes de que su principal propietario Guillermo Zuloaga decidiera venderlo al actual dueño, Raúl Gorrín, quien permanece de muy bajo perfil en Venezuela, después de haber sido acusado por varios delitos en Estados Unidos.
¿Por qué Ravell?
Sin duda, la designación de Alberto Federico Ravell como titular del Centro de Comunicación Nacional de la administración Guaidó es sumamente polémica, pues no se trata de un personaje que se caracterice por su habilidad de generar consensos, especialmente en sectores políticos democráticos que lo verán como otro ejemplo más de las conexiones del mandatario internino con la "vieja política".
Además, son conocidas las polémicas personales que el periodista ha mantenido con figuras como Henri Falcón, líder de Avanzada Progresista -que respalda a Juan Guaidó-, Claudio Fermín, Eduardo Fernández y otros dirigentes que respaldan una vía negociada para salir de la crisis política.
Además, la doble condición de periodista y empresario siempre ha rodeado a Ravell de suspicacias, como a otros en las mismas condiciones, caso Rafael Poleo, por ejemplo. Sin embargo, lo que se quiere con este nombramiento es conseguir experiencia, conexiones y recursos, de manera que la debilidad evidente que Guiadó tiene en materia de comunicación comience a ser superada.
Hay diversos proyectos que Ravell podría articular, como dotar de más capacidades a Capitolio TV, la señal streaming de la Asamblea Nacional, pero la prioridad marcada parece ser cómo llegar más eficientemente a los sectores populares, donde no hay gran penetración de Internet, no se utilizan tan masivamente plataformas de redes sociales y lo que se ve, oye y lee es información de los medios públicos controlados por el madurismo, junto con una amplia red de emisoras comunitarias.
Por lo pronto, el Centro de Comunicación Nacional solo tiene una cabeza. Habrá que ver lo que pasa de ahora en adelante. No es nada fácil la tarea de generar un contrapeso eficiente a la hegemonía comunicacional chavista, una de las pocas cosas que sí funciona en esta revolución.
PUBLICADO: 23 de abril de 2019