El mercado de alimentos en Venezuela es uno de los más afectados por la crisis, no solo por los fenómenos asociados a la hiperinflación o la escasez, sino porque algunos de los grandes actores ya no están, otros no son lo que alguna vez fueron, y han aparecido competidores que han comenzado a ocupar espacios que parecían impensables.
Otro elemento es la presencia importante de empresas netamente importadoras, que han ganado mercado, debido a la caída de la producción agropecuaria, un sector que ha perdido 85% de su capacidad de producción en la última década.
Un ejemplo de este último grupo de empresas es Inversiones Goa, una empresa de capital brasileño que ha reclutado a personal experimentado proveniente de otras grandes del negocio, como Plumrose o Heinz, y que ahora está lanzando la marca Olé para competir en el segmentos de salsas de tomate, donde la venezolana Naturalyst, con su marcas Naturalyst y Kiero, ha surgido como el gran competidor emergente, a tal punto que su línea de Ketchup ha desplazado a Heinz como proveedor de cadenas de comida rápida, como Arturo´s y KFC, entre otras.
La línea de derivados del tomate Olé se compone de cuatro categorías: salsas de tomate, pulpa de tomate (passata), tomates pelados, extracto de tomate y las presentaciones vienen en lata, UHT (Cajas) y Pouch (sobres), en función de ofrecer una variedad de opciones de consumo adaptadas a los presupuestos de diferentes grupos de compradores. Ademáss, las salsas vienen en diferentes versiones, como Boloña, Albahaca, Pizza, Hierbas Finas y Aceitunas.
En un comunicado, la empresa señala que "esta es una marca comprometida con los comensales, Olé quiere llevar los mejores productos a tu casa, puede mostrar el sabor y la frescura que lo caracteriza, es por ello que sigue de cerca cada paso, desde la plantación de las materias primas hasta el producto final, siguiendo los más modernos y altos conceptos de higiene y organización". La intención es estar presente en los principales puntos de venta del país, especialmente en las cadenas de supermercados, que, según la encuestadora Datos, representan el canal donde compra alimentos 45% de la población, (Ver PRODUCTO El 90% de los venezolanos puede cubrir menos de 50% de sus necesidades básicas).
Es complejo conseguir data de mercado sobre este sector, pero una fuente de una de las empresas competidoras señaló a PRODUCTO que el consumo de salsas y pastas de tomate ha disminuido en general 40% en los últimos dos años, con niveles de escasez importantes, ya que ha habido problemas para la producción e importación de materia prima, así como de otros insumos, como envases de vidrio; por ello, los competidores se han visto forzados a innovar con presentaciones alternativas, también por el impacto de la hiperinflación. Indica un reporte reciente de Datos que 49% de los consumidores decide comprar en función de precio, otro 45% también toma en cuenta la calidad, mientras que solo 5% compra por marca.
Se estima extraoficialmente que la demanda anual de pasta de tomate, materia prima para la elaboración de salsas, ha caído de alrededor de 40.000 toneladas a unas 34.000, en los últimos dos años.
Inversiones Goa, además de su nueva marca de derivados de tomate Olé, importa las marca de galletas, mezclas para tortas y harinas Renata y las pastas Galo, ambas del conglomerado brasileño Grupo Selmi, y la línea de aceites de soya Saude.
Olé básicamente va a competir con Naturalyst y Alimentos Heinz, a través de su marca Tiquire Flores, entre otras. Como el mercado de pastas, conservas y salsas de tomate -Ketchup es una categoría independiente, donde manda Pampero, producida por Alimentos Polar- se ha reducido fuertemente y la presencia en los puntos de ventas no ha sido estable, las empresas evitan hablar de market share, debido a la cantidad de factores exógenos que limitan la distribución y el mercadeo.
Sin embargo, la única de las competidoras que ha venido haciendo un esfuerzo importante en mercadeo es Naturalyst, a través de inversión publicitaria especialmente en televisión nacional y por suscripción, así como una estrategia de sustitución de importaciones que, para el año pasado, prometía una producción local de 1.600 toneladas métricas de pasta de tomate.
PUBLICADO: 22 de marzo de 2019