Como si el país estuviese saliendo de un cataclismo, la aspiración de normalidad se va abriendo paso progresivamente y las empresas se están haciendo parte de ese proceso.
Por ejemplo, las empresas de telecomunicaciones Movistar y Digitel abrieron sus servicios de envío y recepción de SMS, durante lapsos de 24 horas, para facilitar que sus usuarios pudieran comunicarse con familiares y relacionados, después de varios días de desconexión casi absoluta.
Los aeropuertos, que funcionan a media máquina, han habilitado sus viejos sistemas manuales para operaciones de identificación y aduana, mientras las aerolíneas hacen esfuerzos por tratar de movilizar a pasajeros de vuelos cancelados, aunqu es una tarea difícil.
Por ejemplo, Iberia va a tener cupos pendientes con más de una semana de atraso y solo ha informado sus viajeros que los viajes se reprogramarán según "nuevo aviso". Se espera que los pasajeros con destino a la capital española que tenían boletos para el día jueves 7, cuando se inició el blackout eléctrico, puedan volar, finalmente, este domingo 17.
Air Europa informó que sus vuelos con destino Madrid están haciendo una "parada técnica" en el Aeropuerto Las Américas de Punta Cana, República Dominicana, y que cuando las circunstancias lo permitan se volverá a la ruta habitual. "Air Europa desarrolla una buena operación en Venezuela y ratifica que seguirá en esa línea, manteniéndose siempre ajena a los asuntos de índole distinta a lo comercial", señala un comunicado de la compañía.
Copa anunció a sus pasajeros que sus operaciones con destino Panamá se mantienen, pero en función de que el servicio eléctrico lo permita. Esta aerolínea estableció límites para el equipaje, con un máximo de dos maleras con un máximo de 23 kilogramos cada una.
En general, las aerolíneas tratan de facilitar la reprogramación de vuelos. Funcionarios del Aeropuerto Internacional de Maiquetía señalan que normalizar los itinerarios tomará "varios días más".
El Comercio
Dos gerentes de automercados distintos señalan que están operando con inventarios muy cortos, por lo que asumen que habrá una mayor escasez de corto plazo, pero el problema para este sector es ocasionado por el funcionamiento irregular de puntos de pago y de las transferencias interbancarias, aunque el Banco Central de Venezuela (BCV) sacó un comunicado donde indican que los sistemas transaccionales funcionan con normalidad.
No obstante, la mayoría de las grandes cadenas tienen todos sus locales abiertos, salvo aquellos que fueron objeto de vandalismo. La presidenta de Consecomercio, María Carolina Uzcátegui, habló de grandes pérdidas, pero hasta ahora no hay cifras totales. Aparentemente, varios equipos técnicos de los principales gremios empresariales están acopiando la data para hacer una estimación válida.
Sin embargo, es evidente el elevado número de comercios minoristas que no han abrierto sus puertas después de la crisis eléctrica.
Por los "asuetos" decretados por la administración Maduro, la Banca se mantiene cerrada, de manera que más de 80% de la red de ATMs ya no está disponible, aparte de que el sistema no cuenta con suficientes reservas de efectivo, gracias a la política de encaje del ente emisor. Esta situación complica el acceso al transporte público, en un contexto en el que el Metro de Caracas todavía sigue cerrado, a la espera de que se estabilice el fluido eléctrico.
La gestión madurista ha optado por priorizar dar el servicio de agua, por lo que se han concentrado en asegurar un encendido normal de los sistemas de bombeo, pero la recuperación es progresiva, un hecho que también afecta al comercio y a muchos servicios, como los restaurantes y hoteles, cuyas reservas del líquido se están agotando en un elevado porcentaje de los establecimientos.
PUBLICADO: 13 de marzo de 2019