Las multinacional fabricante de envases de vidrio, Owens-Illinois, que dejó de operar en Venezuela en 2010 a causa de una medida de expropiación ordenada por el gobierno del ex presidente fallecido Hugo Chávez, se puso en la cola de acreedores y demandantes que aspiran a lograr una tajada de Citgo, filial de Pdvsa en Estados Unidos, al establecer una querella judicial en un Tribunal de Delaware, por USD 500 millones contra el Estado venezolano.
La información de la agencia Reuters destaca que la demanda de OI European Group BV c. contra la República Bolivariana de Venezuela, cuyo expediente está signado con el número 19-cv-00290, hace expresa referencia a Citgo, filial de Pdvsa, y a la propia petrolera estatal como eventuales garantías del pago que ordene la corte, ya que se trata de "alter egos e instrumentos de Venezuela".
O-I ya ganó una demanda contra la República en el Centro Internacional para la Resolución de Disputas de Inversión (Ciadi) que estableció que la empresa tiene derecho a una indemnización de USD 372 millones más intereses acumulados que no ha recibido, y esta es la médula de su alegato en la nueva demanda.
Venezuela ha acumulado un largo historial en cortes de arbitraje y judiciales, debido a la voracidad expropiadora de la revolución bolivariana. La nota de Reuters recuerda que el caso más reciente fue el acuerdo extrajudicial con la minera canadiense Crystallex, por la expropiación de su operación en la Mina Las Cristinas, el mayor yacimiento aurífero del país, según el cual la administración de Nicolás Maduro se comprometió a pagar, por partes, USD 1.2000 millones.
Sin embargo, Crystallex reabrió el proceso donde pide la venta de Citgo para recibir su deuda, debido a que la administración venezolana introdujo una demanda paralela para anular la solicitud de la canadiense.
Este caso tiene una complejidad adicional, porque, a los efectos del gobierno de Estados Unidos, Citgo debe ser administrada por la gestión interina del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, una medida que ya la administración de Nicolás Maduro ha apelado ante diversas instancias internacionales. En todo caso, no se sabe cuál jurisdicción administrativa venezolana reconocerá la corte como contraparte de Owens-Illinois.
El gobierno de Venezuela tomó las dos plantas activas de Owens-Illinois y las convirtió en una nueva empresa estatal, denominada Venvidrio, para manejar el 60% del mercado de productos de vidrio que mantenía la empresa y una nómina que alcanzaba a 1.000 trabajadores.
Sobre la realidad de Venvidrio hay versiones contrapuestas, por un lado en su página web se dice que produce más de 5.000 toneladas anuales sin mayores detalles; sin embargo, un reporte de El Carabobeño, fechado en 2017, señala que, en ese momento -cuando las condiciones financieras del país eran mejores-, la compañía operaba a solo 10% de su capacidad instalada, con nueve de sus 11 hornos dañados.
Un dato que puede ser relevante es que las plantas de Owens-Illinois operan con tecnologías y equipos de desarrollo propio, de manera que el mantenimiento de hornos y moldes, por ejemplo, se hace, por decir lo menos, muy complicado si no se tiene relación con la casa matriz; de hecho, Venvidrio presentó un plan para fabricar sus propios moldes. De los resultados no hay información oficial.
PUBLICADO: 13 de febrero de 2019