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Nuevo dueño de Time promete no vulnerar su independencia editorial

El mundo del periodismo está lleno de mucha chatarra. Un gran parte de los medios sólo se ocupa de saturar a las audiencias con noticias superficiales, ruidosas y mal confeccionadas. Pero todo anverso –claro- tiene su reverso: también existen marcas icónicas, muy clásicas, garantía certera de un reporterismo de alta calidad.

Es el caso de la revista Time, con casi un siglo en el mercado, y reflejo fiel de la historia contemporánea del planeta, por la vía rápida del periodismo narrativo.

Dicen que lo único permanente es el cambio, y el gran negocio editorial no es la excepción. Hay ahora nuevos players. Porque la humanidad ha sido sacudida por la Internet y el torbellino 2.0. Es lógico que Forbes –otro tótem de la prensa internacional- comience a reflejar otra data en su célebre ranking de “los más ricos”. Allí tenemos el caso de Marc Benioff, un hombre que alcanzó la fortuna con apenas 25 años, y es una referencia total en Silicon Valley. Ahora ha comprado a la revista Time.

La citada fortuna de Benioff suma 6.700 millones de dólares, ha dicho Forbes.

La revista pertenecía al grupo de medios, Meredith, holding que también posee Fortune, Money y Sports Illustrated. Este grupo vende a poco menos de un año de hacerse con el control de Time Magazine y la corporación que la edita, establece una nota del diario El País, de España. La revista no encajaba –tal parece- con el resto de las cabeceras de Meredith, dice el despacho del rotativo madrileño.

Benioff es el propietario de la tecnológica Salesforce –una plataforma de programas de gestión, con sede en San Francisco (California)-. Ha comprado Time poniendo sobre la mesa USD 190 millones en efectivo. Hace poco Jeff Bezos (dueño de Amazon) también puso la mirada sobre el negocio de los mass media: compró el grupo editor del periódico The Washington Post.

Zapatero a sus zapatos

Visto por cualquier ángulo, una marca como Time implica un ADN que no puede dilapidarse por mala praxis editorial. ¿Qué quiere decir esto? El lector de Time está habituado a un estándar que ya es una referencia universal para el periodismo.

Por esto, Benioff ha garantizado que no intervendrá en los asuntos periodísticos del producto. El empresario parece dispuesto a dejar el periodismo en manos de los periodistas. “Hemos encontrado unos compradores apasionados”, expresó Tom Harty, consejero delegado de Meredith.

Benioff –de su lado- lanzó el pasado 16 de septiembre, vía Twitter: “El poder de Time siempre ha sido su relato único de la gente y los temas que nos afectan y conectan a todos. Un tesoro de nuestra historia y cultura. Tenemos un profundo respeto por su organización”, dijo en el cajetín de 140 caracteres, de la red social de micro blogging del pajarito azul.

Harty ha sido más puntual: dijo que Time ha estado por más de 90 años “a la vanguardia de los eventos más significativos e historias impactantes que dieron forma al debate global. Con los Benioff estará en buenas manos”, afirmó. Que así sea.

LOS NUEVOS MAGNATES

¿Por qué un tipo multimillonario, que vende software como servicio en la Nube a clientes corporativos, se compra una revista casi centenaria y referente de buen periodismo en Estados Unidos? 

Hay diversas opiniones. El portal de la revista de negocios INC. especula con la idea de que, quizás, el gran cambio que Marc Benioff traerá a Time es un nuevo foco hacia temas de activismo social, como la discriminación racial o contra las comunidades LGTBI, o la defensa de las libertades individuales de las que parece ser rabioso defensor.

Ya el nuevo propietario tuvo un contacto con la mesa de editores de Time y, al parecer, dejó una estela de tranquilidad, tal como hizo Jeff Bezos cuando asumió las riendas de The Washington Post.

Veteranos observadores del mundo de los negocios en Estados Unidos ven esta tendencia de ejecutivos de la "nueva era" que compran empresas de gran tradición, como una lógica operación de posicionamiento reputacional. Tienen el dinero, ahora necesitan el reconocimiento social y la influencia que este produce.

Otros creen que es un recambio de poder y, por lo tanto, es positivo que estas marcas veteranas y prestigiosas, de cualquier sector o industria, tengan ahora líderes de estos tiempos, capaces de entender las dinámicas impuestas por las nuevas tecnologías y las transiciones éticas y sociales que el mundo vive hoy.

Hay, no obstante, un elemento distintivo en Benioff: no le teme a la política. Su lucha contra la Ley de Libertad Religiosa en Indiana, la cual en su opinión restaba derechos a los homosexuales y otras minorías, dejó en evidencia cuán lejos está dispuesto a llegar por una causa.

No solo se limitó a declarar contra la norma, sino que involucró a su empresa en la pelea al limitar los contratos en ese estado y a promover la salida de sus empleados residentes en la jurisdicción de la ley.

También ha sido crítico sobre el funcionamiento de las redes sociales; en buena medida, porque es defensor de la privacidad como una de las mayores libertades del individuo.

Benioff parece una buena elección para Time, pero solo el tiempo lo dirá.

AJP

 

 

 

 


PUBLICADO: 21 de septiembre de 2018