La nueva lista de productos regulados incluye a ocho productos de higiene, como jabón, desodorantes, papel higiénico y toallas sanitarias, así como cloro y desinfectantes. El vicepresidente económico Tarek El Aissami dijo que Colgate, P&G, Polar, Paveca, Manpa y Cacique Maracay, están entre las compañías firmantes.
Con el habitual tono hosco que vienen utilizando los altos funcionarios del gobierno y en otra rueda de prensa sin preguntas, el vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami, anunció que se han "acordado" los precios para ocho productos básicos de higiene, cuidado personal y mantenimiento del hogar.
Al igual que se hizo con las 35 empresas que firmaron el acuerdo de regulación de los primeros 20 productos del llamado "Plan 50", El Aissami reveló los nombres de algunas compañías que firmaron este nuevo pacto: Colgate, P&G, Paveca, Empresas Polar, Manpa, y Cacique Maracay. En total, fueron 17 organizaciones industriales las que suscribieron esta nueva tanda de precios regulados.
Aunque el vicepresidente no lo dijo, el gobierno pretende que estos precios "convenidos o acordados" permanezcan congelados, a todo efecto, durante 90 días. La lista de productos incluye jabón de tocador, detergente en polvo, papel higiénico, toallas sanitarias, jabón de panela, cloro, desodorantes y desinfectantes.
Aunque ningún venezolano ha cobrado, todavía, la primera quincena con el nuevo salario mínimo -que en su arranque debe ser pagado de forma semanal-, El Aissami dijo, en otra rueda de prensa donde los representantes de los medios fueron meramente testigos, que ya el plan del gobierno ha dado resultados "extraordinariamente favorables". "Las fuerzas productivas se han desatado", afirmó.
Sostuvo que ante la "recuperación del poder de compra del salario de nuestro pueblo", hay empresas -que, por cierto, no nombró- que han reportado resultados en ventas "extraordinarios". "Por ejemplo, me han dicho que una empresa que vendía 5.000 toneladas de productos semanalmente, ahora las está vendiendo diariamente".
Jorge Rodríguez, el ministro de Comunicación e Información, insistió en que no hay razones para que los empresarios corrijan precio, porque se están creando las condiciones para "equilibrar" el funcionamiento de la economía.
"Estos precios no han sido impuestos, sino que son el producto de una seria revisión de las estructuras de costos y el diálogo con los sectores productivos. Queremos que eso quede claro", enfatizó Rodríguez.
Aquí no se come carne
Por otra parte, El Aissami manifestó que están listas las especificaciones técnicas que hacen falta falta para aplicar los precios "concertados" de los diferentes cortes de carne de res. El funcionario dijo que se había reunido con los productores para revisar esta materia.
El problema es que un número elevado de carnicerías decidió cerrar sus puertas, porque la regulación genérica del precio -un valor único de BsS 90- impedía establecer una escala razonable según el corte. Igualmente, también está paralizada la renovación de inventarios, en virtud de esta misma circunstancia.
Propietarios de carnicerías, consultados por PRODUCTO, dijeron que el precio impuesto no cubre costos, ni siquiera para los cortes de segunda. El precio promedio del kilogramo de carne de res al mayor se ubica entre BsS 120 y 150. "No se puede abrir en esas condiciones, porque ni siquiera podemos pagar el nuevo salario", dijo un comerciante del ramo del Municipio Chacao.
Para Tareck El Aissami hay un acuerdo firmado que debe cumplirse y, a su juicio, no hay razones para que haya carnicerías cerradas o abiertas sin productos en sus neveras.
(Información en desarrollo)
PUBLICADO: 30 de agosto de 2018