Crisis. Palabra temida por las marcas y sus agencias digitales. Y aunque es bien sabido que es posible sacar provecho o encontrar alguna oportunidad en ellas, en esta vez - al menos en este primer momento- pudiera ser distinto. Porque esta crisis a la que me refiero, es un factor externo. Es algo propiamente del entorno y la situación por la que se encuentra atravesando el país.
En lo personal, pienso que no toda marca debe silenciar sus redes. Esta es una decisión que debe estar sujeta a su filosofía empresarial e intereses de negocio. Lo importante, en todo caso, es que decida lo que se decida (léase estar en silencio o aprovechar la oportunidad para transmitir mensajes motivadores o de empatía) es no estar de brazos cruzados hasta esperar a que la marea baje. Si la marca o cliente decide estar en silencio, es tiempo para hacer balance de acciones, planificar estrategias que permita palear la crisis cuando termine y previendo incluso las consecuencias que esta decisión pudiera tener para la marca.
Sin duda, la crisis actual ha generado un cambio actitudinal en el consumidor. Sus emociones se encuentran a flor de piel y su capacidad racional se ve afectada por las necesidades básicas e inmediatas. Por ende, puede existir un bloqueo natural a recibir mensajes publicitarios y mucho más a conversar sobre cualquier tema que perciba como fuera de lugar.
¿Qué es lo prudente en estos casos? Vuelvo a ser uso de mi posición. Pienso que en situaciones como las actuales, eso del que calla otorga puede ser muy peligroso.
Cuando las instituciones callan dan espacio a la incertidumbre, y la incertidumbre hace la cama al rumor; y el rumor le abre la puerta del desprestigio y por allí pare usted de contar.
Si bien, estos no son momentos como para que una marca de bebida alcohólica esté invitando a “pasarla bien” o a celebrar con los amigos, si sería un buen momento como para que esa u otra marca invitase a creer en un futuro mejor, en apostar por Venezuela o algún otro mensaje en esa sintonía.
Es muy importante, en momentos como los actuales evaluar el entorno, tomar medidas clave y correctivos que generen nuevas oportunidades y no más crisis. Los silencios suelen ser incómodos, sobre todo porque en coyunturas como las que vivimos dicen más que una publicación, y no necesariamente en positivo.
PUBLICADO: 05 de mayo de 2017