La información sobre un supuesto fraude por parte de Volkswagen comenzó a correr como pólvora desde el viernes pasado. La Agencia de Protección Medioambiental Estadounidense descubrió que la marca automotriz manipuló sus vehículos para disfrazar el porcentaje contaminante que producen al encender sus motores.
Cuando los carros eran probados por la agencia, para que esta aprobara su circulación legal, observaron que sus niveles de agentes contaminantes eran pocos, mientras que en realidad debían ser multiplicados 40 veces para llegar a su cálculo real. La cifra baja se mantenía en la prueba, pero al entrar el vehículo en carretera, se desencadenaba.
Entre los carros manipulados están modelos diesel vendidos entre 2008 y 2015, como los Volkswagen Jetta, Beetle, Audi A3 y Golf. Más de 11 millones se han visto afectados. Solamente en Estados Unidos, casi medio millón de carros están siendo revisados por las agencias de protección del ambiente que han visto este tema al detalle, al igual que en Alemania, país de la marca, donde la han calificado como vergüenza nacional.
La compañía tiene en reserva 6.500 millones de dólares para cumplir con todos los gastos que han surgido tras la noticia. Der Tagesspiegel, una revista alemana, incluso afirmó que el director ejecutivo de la compañía fue cambiado.
Debido a esta acusación las acciones de la marca bajaron en 38% las bolsas europeas en solo dos días, lo que representaría un aproximado de 25 millones de euros de valor en el mercado. Sin embargo, un vocero de la compañía aseguró que se hará cargo de “pagar lo que tengan que pagar”.
Aunque por ahora la investigación de este hecho ha sido limitada a Estados Unidos, organizaciones europeas han sugerido poner en marcha planes de investigación en todo el mundo, pues sospechan que el fraude pudo extenderse a otros países.
PUBLICADO: 22 de septiembre de 2015