La implementación este año de tres tasas de cambio distintas en Venezuela y la imposibilidad para acceder a las divisas de manera constante ha causado que las transnacionales que operan en el país consideren la posibilidad de reducir la influencia de sus operaciones locales en los balances financieros con los que determinan sus resultados de gestión.
Jack Ciesielski, presidente de la firma de análisis de inversión R. G. Associates, explicó a Reuters que este año, como consecuencia de la implementación de un esquema de tres tipos de cambio que incluye la tasa Simadi en el país, son varias las empresas que asoman la posibilidad de retirar de sus informes los resultados correspondientes a Venezuela.
Se trata de la opción contable de “desconsolidar” las operaciones venezolanas y así impedir que las pérdidas cambiarias generadas recurrentemente en el país lesionen las cuentas globales de las empresas.
Según Reuters, la práctica consiste en hacer que los activos de las subsidiarias venezolanas se estimen a valor de mercado y se anoten en los balances como una inversión, en vez de ser estimados entre los activos estratégicos y pasivos. En la declaración sobre ingresos, las operaciones normalmente ya no serían parte de los resultados financieros de la firma matriz.
Uno de los casos, quizá el más destacado hasta ahora, es el de la empresa de productos de consumo masivo Procter & Gamble, que retiró a Venezuela de sus informes de resultados consolidados, explica Ciesielski.
El analista alerta que puede haber otras acciones similares próximamente, como resultado de la “frustración” de compañías extranjeras por apreciar cómo el desenvolvimiento en el mercado nacional conlleva un hundimiento en sus cuentas globales.
Asumir la desincorporación de las labores en Venezuela implica que las acciones en el mercado nacional no impactarían de manera alguna los resultados financieros de las transnacionales.
Colgate-Palmolive y Goodyear son dos ejemplos de empresas de gran tamaño que manifestaron que podrían desincorporar de los resultados las operaciones en Venezuela, si las condiciones económicas del país empeoran.
El fabricante de juguetes Mattel indicó, de acuerdo con Reuters, que podría poner fin a las actividades que aún desarrolla en el país si la volatilidad persiste.
Con los precios del crudo, el principal producto de exportación, en caída, y una alta suma de dinero por cancelar para honrar compromisos internacionales de deuda, el Gobierno dispone cada vez de menos divisas en las reservas para satisfacer las demandas del sector privado. Como resultado, para las transnacionales es más complicado que nunca desde el establecimiento del control cambiario, en 2003, obtener las divisas necesarias para mantener sus operaciones, indicó la firma Ernst & Young en un reporte fechado en abril.
Ciesielski asegura que el “casting de muerte” está hecho, en referencia al posible orden en el que podría darse el cese de operaciones de algunas compañías.
La farmacéutica Merck registró pérdidas por 715 millones de dólares en el segundo cuatrimestre del año, después de haber tenido que adquirir divisas a una tasa alta para mantener sus operaciones en el país.
Las pérdidas de Procter & Gamble, en contraste, son las mayores: cerca de 2.100 millones de dólares, derivadas de no poder repatriar los beneficios.
La desincorporación de Venezuela en los balances implicaría la aceptación por parte de empresarios e inversionistas de que el país constituye un territorio en el que las operaciones llevan a la pérdida de recursos.
PUBLICADO: 05 de agosto de 2015