“Llegó el momento para aumentar la gasolina”, dijo el presidente Nicolás Maduro el 21 de enero, en su informe anual ante la Asamblea Nacional. El Gobierno ya tomó la decisión y ahora prepara el terreno. Pocos días después del anuncio se lanzó en los medios nacionales la campaña “Energía para el Pueblo” en la que se explica que el precio actual del combustible es 35 veces menor a lo que cuesta producirla.
La campaña consta de piezas audiovisuales, radiales y gráficas. Para televisión y radio se elaboraron tres versiones. En todas se utiliza el mismo argumento, pero llevado a distintos escenarios: vender un producto a un precio más bajo que su costo. En una de las piezas, una vendedora de empanadas propone a sus compañeras venderlas a 2 bolívares, a pesar de que cada una les cuesta 8 bolívares, lo que provocó el rechazo inmediato de otras dos vendedoras.
Roberto Pol, presidente de la agencia JWT, rescata de las piezas el lenguaje claro y sencillo, siendo una campaña que va dirigida a las masas. “Pero, creo que había posibilidades de hacerlo mejor, desde el punto de vista de producción; tal vez con un mensaje un poco más emocional, más allá de que lo contundente del comercial es racional, para que tuviera más calada. Tal vez estamos delante de un primer argumento, probablemente vengan otros”, consideró.
Para el presidente de Publicis, Antonio Bettencourt, el mensaje está claro: “Están usando una estrategia para hacerle entender al venezolano que hay que subir el precio de la gasolina y que el aumento tiene lógica, no se puede producir para perder. Los ejemplos son dirigidos a un target popular con ejemplos muy sencillos. Los niveles de producción son muy básicos”.
En cuanto a creatividad, Pol la califica de “muy mala”, pero advierte que aún siendo mala, al no haber limitaciones de presupuesto por parte del anunciante, la efectividad podría venir por la repetición que tendrá en los medios. La campaña fue lanzada el fin de semana en televisión abierta, radio, prensa y medios digitales. En radios privadas se transmite con una frecuencia de 9 veces al día: 3 por cada versión.
En Venezuela, un litro de gasolina de 95 octanos tiene un precio de 0,097 bolívares, siendo su costo de producción de 2,7 bolívares. El subsidio le cuesta al fisco unos 12 mil 500 millones de dólares por año. El presidente de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, no discute sobre la necesidad de tomar esta decisión, pero advierte sobre su costo político: “En medio de una crisis tan severa como la que vive el país, cualquier decisión que impacte sobre la capacidad de compra del venezolano es percibida de forma negativa. Si hace unos meses la población aceptaba el incremento del precio de la gasolina como una necesidad para enfrentar la crisis, hoy siente que es una carga más y que afecta su vida cotidiana”.
De acuerdo con un sondeo realizado por la encuestadora en el mes de noviembre, la mayoría de los entrevistados rechazaba los incrementos en el precio de la gasolina. “El gobierno tiene que subir el precio, pero no lo puede hacer bruscamente porque podría generar un nivel de rechazo social muy elevado en un gobierno que no tiene el soporte popular que tenía el presidente Chávez”, añadió el analista.
Estas son dos de las piezas de la campaña colgados en Youtube por la usuaria Ali Morales:
PUBLICADO: 28 de enero de 2015