No consigo la píldora.¿Qué hago? ¿Puedo cambiar de marca? Si la suspendo, ¿qué me puede pasar? son algunas de las inquietudes que manifiestan las usuarias que se ven en la necesidad de suplantar un producto por otro al no conseguir la presentación que acostumbran usar.
El mercado de pastillas anticonceptivas no escapa de la crisis económica que golpea a la industria farmacéutica en Venezuela y, al igual que sucede con otros productos, el vacío que deja en los anaqueles es evidente. Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica, estima que la escasez de medicamentos es de 60% y confirma que el sector de anticonceptivos está incluido dentro de esta cifra.
Una fuente de la Cámara Venezolana de la Industria Farmacéutica, que prefirió no ser identificada, explica que la raíz del problema es que en el país no existe planta hormonal. “Al tratarse de productos netamente importados, es un segmento que depende del comercio internacional y, por ende, tiene que solicitar la adquisición de divisas de manera regular. Esto impacta la distribución de manera negativa y empiezan a presentarse las fallas”, señala.
Esta situación no sólo afecta a mujeres sexualmente activas en edad reproductiva que desean prevenir embarazos, sino también a aquellas que padecen entidades patológicas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), endometriosis, desórdenes hormonales y trastornos menstruales, expone Ricardo Gómez, ginecobstetra de la Unidad Ginecofetal del Centro Médico de Caracas.
Laura Morantes, Coordinadora del Área de Orientación y Referencia de Prosalud, comenta que entre mayo y septiembre de este año, la mayoría de las llamadas que recibían eran de usuarias preocupadas sobre qué hacer en caso de no conseguir la píldora anticonceptiva de rutina.
“El no tener disponible la marca que habitualmente usan las somete a una situación de disconformidad porque tienen que echar mano de otro producto, al cual no están acostumbradas o sencillamente no les ofrece la misma protección en términos contraceptivos, refiere Pastor Galicia, asesor médico de Laboratorios Letifem.
“Durante febrero y marzo hubo una crisis de Yasmin, que es una de las píldoras que más se usa, y de Minigynon, Rigevidon y Nordette, porque están reguladas y su costo es bastante bajo. Otras que también presentaron fallas fueron Diane 35 y Dixi 35, que justamente se usan para tratamientos de reemplazo hormonal por quistes ováricos”, explica Morantes.
Según datos de IMS Health de Venezuela, en el período junio 2013 - mayo 2014, Bayer registró una caída de 20,1%. Sus principales fallas estuvieron el en sector de anticonceptivos, aunque la distribución de lo poco que tenía fue equitativa.
Minigynon, Yasmin, Diane 35 y Yaz son algunas de las marcas que componen el portafolio del laboratorio. Cifras de la consultora IMS destacan que Minigynon, en su presentación de 21 tabletas, dejó de vender 5 millones 353 mil 269 unidades en el lapso septiembre 2013-2014, lo que representa una caída de 88,5%. Sin duda, es una de las marcas que más se ha visto afectada, y esto se ve reflejado en la reducción significativa de su participación en el sector: de 39,4% pasó a captar solo 5,3% de la cuota total del mercado.
Yasmin se mantiene con 11,4% y muestra un crecimiento menor de 4,7%, en comparación con el periodo anterior 2012-2013 (6,7%). Nordett (laboratorios Wyeth), por su parte, se ubica en el primer lugar con una penetración de 26,1% (3 millones 447 mil 469 de cajas comercializadas), mientras que Rigevidon y Yaz alcanzan solo 6,7% y 5%, respectivamente, de la torta de anticonceptivos orales.
Efectos colaterales. Laura Morantes indica que cambiar una marca por otra puede disminuir la efectividad del método y, en consecuencia, provocar un embarazo no deseado. “En el peor de los casos, una persona que detenga su consumo y padezca del SOP, puede perder un ovario y ver afectada su salud sexual y reproductiva”, aclara la experta.
“Las ventajas de este fármaco sobrepasan por largo los riesgos de su uso”, indica el ginecobstetra Ricardo Gómez.”Las pastillas anticonceptivas evitan que se engrose la corteza ovárica y por eso este tipo de pacientes debe usarlas de por vida. Por otra parte, entre los beneficios del consumo de este medicamento está la prevención, en 50%, del cáncer endometrial que pudiera manifestarse entre los 50 y 60 años de edad. Hasta ahora no hemos tenido embarazos, pero ha habido un uso más alto de lo normal de la píldora de emergencia y un número inusitadamente elevado de dispositivos intrauterinos, advierte el médico. “La gente no quiere preocuparse por buscar pastillas mensualmente, pues implica perder tiempo y una angustia si llegado el momento no la encuentran porque tienen que usar otro método alterno y se altera el patrón menstrual que venía establecido”, añade.
Malo para unos, bueno para otros. La situación es pulsátil, destaca Gómez. “Cuando los visitadores médicos dicen que ya tienen en existencia la pastilla, uno les pregunta: ‘¿cuánto tiempo va a durar?’ y la respuesta usual es: ‘uno o dos meses’”.
Entre los efectos del desabastecimiento, Eglahir Ovalles, gerente de producto de Gynopharma, afirma que este año ha sido muy particular porque la conducta de compra no ha sido la esperada: “ha habido una sobreventa importante por temor a que se agote el producto”. “Desde el punto de vista del mercado, esta situación para algunos laboratorios es una ventaja porque si la marca que era líder en el segmento no está disponible, otra le tumba el mercado”, señala Morantes.
Marylin Goncalves, directora de Marketing y Ventas de Grünenthal Venezolana Farmacéutica C.A., lo confirma al indicar que la compañía alemana se ha visto beneficiada por la ausencia de otros productos: “Nosotros más bien hemos aumentado los volúmenes porque ha habido fallas en otros anticonceptivos, entre ellos Nordette y Minigynon, que anteriormente era líderes en el sector. Estas fallas se redistribuyeron entre todos los que estábamos en el mercado, entre ellos nosotros que constantemente hemos mantenido inventario”.
El portafolio de Grünenthal se compone de 4 anticonceptivos, entre los que destaca Belara con una participación de 14,7% y un crecimiento sostenido de 55,1% en el último período septiembre 2013-2014, según cifras de IMS. Belara compite con Diane 35, Yasmin y Yaz de Bayer, superando a Yasmin por primera vez con un total de 1 millón 936 mil 677 unidades colocadas.
Letifem, es otro de los que ha crecido en medio del descenso de otras marcas. Aunque no niega haberse visto afectado por la situación económica, Pastor Galicia, asesor médico de la compañía, explica que el laboratorio “de cierta forma ha capitalizado las fallas de otras empresas, permitiendo que cada producto tenga un incremento significativo”. Su oferta la conforman 3 marcas. Genesa es la que encabeza la venta de estos fármacos, con un crecimiento de 101%; le sigue Caricel y luego Galby.
Gynopharma, por su parte, es una compañía de segundas marcas y su oferta la integran 6 presentaciones diferentes. Eglahir Ovalles, asegura que no han tenido fallas muy significativas. “Casi siempre los productos de nuestro portafolio se consiguen. Estamos tratando de manejar inventarios de la manera más óptima y nuestra proyección es seguir apostando por el crecimiento de todas las marcas”, concluye.
Dayana Conde
PUBLICADO: 20 de enero de 2015