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Trío para el desarrollo #opinión

Venezuela sigue siendo un país con indicadores destacados de emprendimiento quevaloran nuestra capacidad como pueblo para crear, innovar, hacer uso de las oportunidades y hacer frente a las necesidades. De acuerdo con lo que arroja el último Global Entrepreneurship Monitor (GEM), realizado en 2012, en una muestra comparable entre 55 países estudiados con el objeto de identificar las características de los emprendedores locales, Venezuela está en el 12º lugar. Somos un país, por muchas y múltiples razones, que puede auto reconocerse como emprendedor; sin embargo, aún no logramos los mismos resultados cuando evaluamos esos indicadores con un enfoque más centrado en el éxito productivo y sostenible de los emprendimientos.

Uno de los índices más reconocidos para la medición de la competitividad es el desarrollado por el Foro Económico Mundial, y este nos da una idea clara de todas las condiciones que se espera cubra un país para considerarse como competitivo. Este Índice Global de Competitividad (IGC), revisa aspectos esenciales a la competitividad y productividad de una nación como son instituciones, infraestructura, macroeconomía, salud y educación básica, educación superior y capacitación, eficiencia de mercado, innovación y tecnología, y adecuación del aparato empresarial, compendiando en el resultado global el estado en cada uno de esos factores.

Cuando pasamos revista a esa lista evaluando el estado de cada uno en nuestro país, no puede sorprendernos que Venezuela esté posicionada consistentemente en los últimos lugares de los rankingsque resultan de la aplicación del IGC cada año (134 de 148 para 2013). Claramente podemos (sin entrar en evaluaciones técnicas y profundas) hacernos idea de cuánto aún nos queda por hacer y trabajar para alcanzar niveles de calidad razonables en cada una de estas áreas. Basta mirar a nuestro alrededor para alzarnos de hombros y aceptar ese puesto al final de la fila.

Otro monitor que tampoco nos sonríe es el Global Innovation Index (GII) que para 2013 ubica a Venezuela en la posición 114 entre 142 países estudiados. Instituciones, capital humano e investigación, infraestructura, sofisticación del mercado y de los negocios, y productos de conocimiento, tecnología y creatividad son los indicadores que evalúa este monitor.

Muchos de ellos coinciden con las variables estudiadas para medir la competitividad, y esto no nos sorprende. Tampoco nos sorprende la similitud entre los resultados de ambos rankings. Estos dos procesos van de la mano como reflectores del desarrollo, crecimiento y salud integral de las sociedades y las naciones.

La capacidad de innovar introduciendo cosas nuevas que mejoren la calidad de vida de sus posibles beneficiarios es una de las claves que identifican a un creador exitoso. Los emprendedores empresariales y sociales que destacan por el impacto de los proyectos que ponen en acción, tienen, entre sus principales cualidades, la capacidad de indagar en posibilidades, formas, estrategias y resultados novedosos y no convencionales.

En el contexto empresarial esto llega a constituir una importante ventaja competitiva, ya que la innovación permite la creación de productos y servicios diferenciados, mejorados y con valor agregado para el consumidor o beneficiario. De igual modo, la introducción de cambios eficientes y novedosos en los procesos de producción, puede significar ahorros, mejoras y avances que redundan en otorgar mayor capacidad competitiva a la empresa.

Cuando la innovación es eficiente, constituye un apalancamiento invaluable para el emprendimiento y la competitividad. Se convierte en el trío para el desarrollo. Una innovación competitiva, con ventajas de largo plazo, permitirá al emprendedor, a la organización y al país, un crecimiento sostenido y burlar los escollos de las crisis, convirtiéndolos en trampolines para impulsar el éxito.

@duniadebarnola


PUBLICADO: 25 de septiembre de 2014