Las autofotos están hasta en la sopa: artistas, políticos, monarcas y el mismísimo Papa, cayeron en la tentación. Aunque no son un invento de reciente data (la más antigua data de 1839 y fue tomada por el fotógrafo Robert Cornelius), el término selfiesi tiene corta vida y se le atribuye a un bloguero australiano que lo acuñó en 2002. Es definido por los Oxford Dictionaries como “una fotografía que ha sido tomada, generalmente desde un teléfono inteligente o una cámara digital y es publicada en alguna red social”. Rondó la Web casi de forma inadvertida hasta 2012 cuando, de repente, todo el mundo comenzó a utilizarlo para etiquetar las fotografías que se tomaban a sí mismos, al punto de que para 2013, Oxford calcula que su empleo entre los angloparlantes aumentó 17.000 %, por lo que finalmente fue elegido como la palabra en inglés del año.
Selfies publicitarios
Durante la ceremonia de los premios Oscar 2014, Ellen DeGeneres publicó lo que se convertiría en el selfie más exitoso del mundo, al menos hasta la fecha. En menos de 40 minutos alcanzó más de 2 millones de retuits, y hasta abril acumulaba 3 millones 500 mil, con lo que destronó la célebre foto de Michelle y Barack Obama publicada por el presidente estadounidense luego de su relección en 2012. La imagen en cuestión resultó ser parte de un acuerdo de la empresa surcoreana Samsung con ABC, la cadena de televisión que produce y transmite la ceremonia.
En la visita del roster de los Medias Rojas de Boston a la Casa Blanca, el dominicano David Ortiz se tomó una autofoto junto a Obama. Sin embargo, trascendió que la imagen formaba parte de un contrato de patrocinio que el grandeliga firmó con Samsung. De inmediato fueron señalados de “utilizar la imagen del presidente para promover un producto”. La Casa Blanca estudia entablar una demanda que podría afectar al enemigo número uno de Apple y echar por tierra el éxito cosechado por la foto de los Oscar.
Más que vanidad
Según un estudio del Instituto Tecnológico de Georgia (Estados Unidos) y Yahoo Labs, las fotos tipo selfie tienen 38% más probabilidades de recibir un “me gusta” en Instagram que las fotos sin caras o de otro tipo. Además hay 32% más de posibilidades de que sean comentadas. “Los rostros son unos poderosos canales de comunicación no verbal en una gran variedad de contextos, incluyendo el atractivo, las emociones y la identidad”, afirma Saeideh Bakhshi, coautor del estudio.
El actor James Franco salió a la defensa de los selfies −una práctica que utiliza a diario para compartir con sus seguidores−, en un artículo de opinión para el New York Times: “Los selfies son herramientas de comunicación, más que un mero símbolo de vanidad (pero eso sí, que pueden ser un poco vanas). Al final, son avatares: mini-yo que enviamos hacia afuera para dar a otros un sentido de lo que somos (…) En nuestra era de las redes sociales, un selfie es la nueva manera de mirar a alguien a los ojos y decir: ‘¡Hola, soy yo!”.
Roger Mora
PUBLICADO: 25 de junio de 2014