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Estados Unidos y Rusia: Guerra fría por el turismo de vacunación

Estados Unidos ha anunciado planes de vacunación para todos los adultos mayores de 18 años. Y eso incluye a los extranjeros. Así que el del Tío Sam se ha convertido en el destino turístico más importante del mundo: el de salud. Aunque Rusia acaba de anunciar también su incursión en la pelea

 

Es un hecho. Las vacunas contra el covid-19 se están repartiendo como pan caliente en Estados Unidos. En centros asistenciales de salud y farmacias, pero también en supermercados y tiendas al estilo Waltmart.

El propio Joe Biden anunció esta semana que todos los adultos mayores de 18 años tendrán acceso a ellas para el 19 de abril. Y eso incluye además a  los extranjeros. Porque aunque el gobierno no se haya pronunciado aún acerca del llamado “turismo de vacunación”, los estados tienen plena autonomía para decidir quién debe vacunarse.

Es cierto que no todos los estados están vacunando a los no residentes. Pero otros como Arizona han abierto ya las puertas a todos los adultos mayores de 16 años a partir del 31 de marzo de 2021 y, de acuerdo con el Departamento de Servicios de Salud del estado, “el lugar de residencia permanente no influye en si alguien puede vacunarse".

También Louisiana, donde según el Departamento de Salud tampoco hay restricciones por causa de la residencia estadounidense. Y lo mismo sucede en Texas, según una investigación del portal Travel off Path, que reporta un repentino repunte del turismo desde Canadá y México.

Los canadienses, por ejemplo, ya han optado por trasladarse a Estados Unidos para recibir sus dosis en vista de lo lento y complicado que ha sido el proceso en su país. Y aunque nadie vuela directo, los venezolanos han comenzado a arreglárselas para no quedarse atrás y viajar. Los que pueden, claro.

La de Biden, quien días atrás declaraba que Estados Unidos era el primer país del mundo en haber administrado 150 millones de vacunas y señalaba que esa cifra se había conseguido en sus primeros 75 días en la presidencia, es casi una estrategia de publicidad y mercadeo magistral.

Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés), de los 330 millones de habitantes un tercio ya ha recibido al menos la primera dosis de la vacuna. Y el proceso continúa. Razón por la cual el presidente estadounidense ha descartado la imposición de cualquier forma de pasaporte sanitario contra el coronavirus y, más bien, ha aceptado abrir las compuertas a la vacunación de los no residentes.

“Ven que yo te vacuno con Pfizer”. Y completamente gratis. Ese podría ser el slogan de una campaña, que ya comienza a expandirse por doquier.

De golpe y porrazo Biden ha logrado así varios objetivos. En primer lugar, ha consolidado su imagen de “buen gerente”y borrado del mapa además los exabruptos de Donald Trump, quien llegó a pedir a la población que se inyectara con desinfectante para matar al virus. Entre otras menudencias.

En segundo lugar, no solo comienza a fortalecer la marca país de modo fenomenal: también reivindica el gentilicio y su imagen en el mundo. Y en tercer lugar, empieza a mover su economía con el “turismo de salud”, que consume pasajes, alojamiento y comida, pero de paso hace compras y favorece el comercio.

Obvio que eso ya pasaba. Pero ahora se le ha quitado cualquier viso de ilegalidad. Suena re bien: “!Ven que yo te vacuno con Pfeizer!”.

Y Rusia, claro, no ha tardado en responder. El 1 de abril la cuenta de la vacuna Sputnik V (@sputnikcaccine), que maneja el fondo soberano ruso RDIF, ha publicado un mensaje que no deja resquicio a la especulación: “!Vacunación Sputnik V en Rusia! ¿Quién está a bordo?. Y ello acompañado con la imagen de un grupo de turistas con un avión como telón de fondo y con el nombre de la vacuna estampado.

"Nuestros seguidores de las redes sociales serán los primeros en ser invitados a vacunarse con #SputnikVaccinated en Rusia cuando el programa comience”, comentaban en la misma cuenta de Twitter, animando a los usuarios de la red social a seguir el perfil de las dosis. Además, aseguraron que están trabajando para “iniciar este programa en julio”.

Un mensaje que contrasta sin embargo con las declaraciones del ministro de Sanidad, Mijail Murashko, quien ha dejado claro que la prioridad “es la vacunación de los ciudadanos rusos” y que no están trabajando en el tema del turismo de vacunación”. Al menos no en esta etapa.

Un golpe muy bien aplicado al socialismo español, que entre debates y discusiones solo ha logrado vacunar con las dos dosis a tres millones de personas. A otras 9 millones les ha inoculado al menos una dosis contra el SARS-CoV-2, lo que supone tan solo un 13% de la población total.

Ni qué decir a los vecinos del sur. Como México, donde el propio Manuel López Obrador se resiste a ser vacunado tras pasar la enfermedad. O como Perú, Ecuador y Bolivia, donde se planea desafiar al virus con elecciones a la vuelta de la esquina. O Venezuela, donde Nicolás Maduro, que ya está vacunado, jura que no mendigará vacunas a nadie. Pero a cambio promociona las “gotas milagrosas” contra el virus.


PUBLICADO: 08 de abril de 2021