El Partido Popular consiguió más escaños que todo el bloque de izquierda, así que le bastará con la abstención de Vox para gobernar durante dos años. Mientras que El PSOE registra el peor resultado de su historia en la región
Estaba cantado, aunque las reacciones de los perdedores señalen que no lo vieron venir. El conservador Partido Popular (PP), que gobierna en la Comunidad de Madrid desde 1995, ha consolidado su poder tras la contundente victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas de este martes: 44,7% de los votos y 65 diputados, más del doble de los que consiguió en los comicios de 2019. A casi nada de la mayoría absoluta. O en otras palabras: cuarenta y un escaños por encima del PSOE, que se ha ido por el despeñadero.
El partido socialista (PSOE), ganador de los anteriores comicios de 2019, perdió trece diputados y se quedó con 24, empatando con otro grupo de izquierdas, Más Madrid, que lo superó en número de votos.
Isabel Díaz Ayuso logró imponer desde hace semanas su discurso de derechas, centrado en el lema de “libertad o comunismo”, en clara referencia al candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que consiguió diez escaños y sin embargo “El coletas”, como se le conoce al líder, ha amenazado con cumplir lo prometido: abandonar todos sus cargos en la política después de que pusiera su cargo a la orden como vicepresidente segundo del Gobierno de coalición español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, para presentarse en las elecciones madrileñas.
De modo que el PP, que fue el partido más votado en todos los municipios de la Comunidad de Madrid, salvo en dos, se sitúa a cuatro de la mayoría absoluta, lo que quiere decir que podría entonces gobernar en solitario, con solo la abstención del ultraderechista Vox, que no solo mantuvo su posición, sino que la mejoró con un escaño más.
Días atrás, Díaz Ayuso le pedía a la Comunidad de Madrid que saliera a votar para poder “tener libertad para hacer todo lo que es necesario”. Fue ella quien convocó las elecciones anticipadas para poder tener más diputados y poder ganar en solitario, tras dos años de coalición con los liberales de Ciudadanos y los ultraderechistas de Vox.
Y alertaba además que lo que ocurrió en Venezuela con la llegada del ex presidente Chávez podría repetirse en España. La expropiación de empresas. La escasez de alimentos. La represión en las calles. Los mendigos en busca de algún alimento en los potes de basura. Así que por eso había que votar en contra de Sánchez. Y en contra de Pablo Iglesias. Que es lo mismo que ir en contra del comunismo, insistió ella una y otra vez.
Pero Vox, con 13 escaños, mejora en uno los de 2019, mientras que los liberales de Ciudadanos desaparecen de la Asamblea de Madrid, al no llegar al 5 % de los votos necesarios para tener representación en el Parlamento regional, frente a los 26 diputados que obtuvieron en 2019.
En dos años, esto es, en 2023, tendrán que celebrarse de nuevo elecciones autonómicas, cuando están previstas en toda España, excepto en las llamadas comunidades históricas (Cataluña, Galicia y País Vasco), que tienen su propio calendario.
La participación en las elecciones regionales madrileñas de este martes fue la más alta en este tipo de comicios, a pesar de haberse celebrado durante la pandemia del coronavirus, al llegar al 80,73% del censo.
Este porcentaje supone 16,46 puntos más que en los últimos comicios en la Comunidad de Madrid de mayo de 2019.
PUBLICADO: 04 de mayo de 2021