Consecomercio esperaba una mayor flexibilización de la cuarentena y que se incluyera a los centros comerciales, para “normalizar” la actividad comercial del país que en los últimos cinco años ha registrado 75% de pérdidas.
El Ejecutivo nacional anunció la flexibilización de la cuarentena desde este lunes 1 de junio, pero solo incluyó algunos comercios y servicios. Para Felipe Capozzolo, presidente de Consecomercio, la medida no es lo que esperaba el gremio pues no cubre las necesidades del país, pero no pierde la esperanza de que pronto el resto del sector inicie sus actividades.
Entre tanto, Capozzolo afirmó que a pesar de que Nicolás Maduro no incluyó a los centros comerciales en esta primera etapa de flexibilización, llamada “Fase 5+10”, los mismos darán acceso a quienes necesiten acudir a los establecimientos autorizados, según señaló al periodista Román Losinsky por Unión Radio. Aseguró además que la apertura de los establecimientos no se puede asociar al contagio del coronavirus.
Recordó que al ser anunciada la primera cuarentena, en marzo pasado, 90% de los comercios bajó su santamaría, quedando solamente operativos aquellos relacionados con el suministro de productos y bienes de primera necesidad: medicinas, servicios de salud, alimentos y telecomunicaciones, lo que generó la paralización en el sector.
Ahora, el Gobierno solo permite la apertura para 9 sectores y en distintos horarios (lea también Modelo flexible) para evitar aglomeraciones: Bancos, ferreterías, peluquerías, textil y calzado, química y agroindustria, talleres mecánicos y servicios de plomería.
Capozzolo calculó que “10% de los comercios están trabajandobajo un esquema totalmente inflacionario y eso implica unas logísticas importantes para poder atender y seguir cumpliendo con el compromiso que nos trazamos como empresa privada desde el principio de la emergencia Covid-19, que fue tratar de garantizar como fuera, y con el máximo esfuerzo, el producto disponible a la población venezolana”.
Comercios en picada
El líder de Consecomercio dijo que Venezuela registró, en los últimos cinco años, 75 % de pérdidas en materia de aporte del comercio al Producto Interno Bruto. “Solamente en el 2019, el comercio estaba proyectado para perder unos 40 puntos en un solo año, eso cambió un poco, solamente por el fenómeno del último trimestre, que fue la dolarización”, agrega.
Otra arista de la situación, aseguró Capozzolo, tiene que ver con las cadenas de distribución, claramente afectadas por la ausencia de políticas públicas que puedan facilitar la labor del sector privado, responsable de la producción y distribución de productos de primera necesidad. “Toda esta situación no hace más que deteriorar la posibilidad de tener una cadena de distribución que sea totalmente eficiente. Si desmejora la eficiencia de la cadena de distribución van a faltar los productos en los anaqueles y si las cantidades de los productos disminuyen, los precios van a subir”, puntualiza Capozzolo.
Aunque buena parte de las actividades que fueron flexibilizadas se concentran en los centros comerciales, éstos no recibieron la buena pro para su reapertura total, pero ya operaban de manera limitada, con controles sanitarios y de seguridad, lo que promovió la proliferación de modelos de comercialización como el pickup (buscar en tienda el producto o servicio previamente comprado en línea, sin permanecer en el local) y el delivery, que han permitido a muchos comercios ubicados en el interior de estas grandes superficies de venta, continuar generando ingresos y empleo, pese a las circunstancias.
PUBLICADO: 02 de junio de 2020