La información es poder. No en vano, en Venezuela cada vez son menos los medios libres e independientes. En este panorama de hegemonía comunicacional, el mundo digital se ha convertido en una ventana fundamental para informar e informarse sobre esos temas de los que poco o nada se habla en medios tradicionales. En los últimos dos años, a la par de la crisis de papel en los impresos y al cambio de propiedad de diversos medios, han surgido proyectos digitales informativos cuyo objetivo es mostrar esa otra cara de la noticia.
KonZapata.com se funda –hace poco más de un año– con el objetivo de analizar e interpretar los asuntos del poder. “Esta web está dirigida fundamentalmente para la alta gerencia, los políticos, los empresarios, los banqueros, en fin: los actores del poder con necesidad de hacer uso del dato correcto para el diseño de políticas y soluciones personales y corporativas”, se lee en el perfil del portal digital, dirigido por los periodistas Elizabeth Fuentes y Juan Carlos Zapata, quien desde mucho tiempo atrás se acercó a la fuente del poder a través de Descrifrado, medio que fundó en 1995 y del cual fue propietario hasta 2006.
PRODUCTO consultó a Zapata para conocer un poco más sobre este nuevo proyecto editorial y especialmente sobre cómo han logrado equilibrado el ejercicio del periodismo de investigación con la inmediatez de la era digital.
–Su lema “Si no ha sucedido va a suceder, en konzapata.com la anticipación es poder”, habla de anticiparse a la noticia, dar primicias. ¿Esta estrategia la han llevado a las redes sociales?
– “Si no ha sucedido va a suceder” es un lema de anticipación. Pero no necesariamente significa la búsqueda del “tubazo” por el “tubazo”. En Venezuela esto encarna un riesgo tremendo. A veces no hay manera de confirmarlo antes de lanzarlo. Por tanto, lo que llamamos “tubazo” preferimos presentarlo bajo el concepto del análisis que ofrezca los datos de la anticipación y cumpla con la promesa del lema: “va a suceder”. Cuando hablamos de lo complicado de confirmar el “tubazo”, no nos referimos solo al sector gobierno, sino también al sector privado. Los empresarios se inhiben de hablar, ya no es como antes. Creen que están siendo grabados por el Gobierno. Además, en la actualidad no hay dispositivos seguros. Se ha regresado al esquema del contacto personal, y bajo situaciones de alta discreción.
Las redes sociales son un apoyo, pero intentamos que no nos marquen la pauta. Todo lo contrario, ojalá algún día podamos pautar a las redes. Son un arma de doble filo. Buscando tráfico se cometen errores que te llevan a perder credibilidad. La credibilidad es la base de todo. Y de este negocio más, que vende una parte de su información.
–¿Cómo se compagina el periodismo interpretativo y de investigación con la inmediatez de la era digital?
–Si tienes un foco, una estrategia, una pauta editorial e informativa, la inmediatez en la red no te perturba. Cuando fundé Descifrado.com era distinto. Las redes no existían. De allí que el lema era: “Más rápido que el rumor”. Hoy, si te lo planteas de esa manera, no puedes competir con las redes pues cada ciudadano tiene en sus manos el instrumento de ofrecer un dato de manera inmediata. Por ello, lo que vale es tu enfoque. El análisis que presentes a tus suscriptores, la credibilidad que vas generando. El suscriptor lo entiende. Sabe qué buscar en la red, y sabe qué buscar en nuestra web. Reproducimos muy poca información de otros medios y menos que provengan por los canales de la red, de sitios anónimos, o con intencionalidad definida. Al final resalta lo obvio: calidad versus cantidad. Y esto se traduce en que preferimos, antes que el tráfico –que es importante- que la caja registradora suene todos los días.
–¿De qué forma han influido las redes sociales en la forma en que se ejerce el periodismo actualmente en Venezuela?
–Han influido en el sentido de que la información que a veces no se puede publicar porque el medio donde el periodista trabaje lo impide o la censura oficial lo prohíbe, se deja colar a través de las redes sociales y, dependiendo del emisor, ese dato se hace noticia y llega a impactar a escala nacional. No por azar, desde el Presidente de la República hasta los funcionarios más relevantes, hacen uso constante de las redes. Por Twitter se han nombrado ministros, se han enviado noticias de interés nacional. La propaganda del gobierno hace uso constante de ello a través de los hashtag favorables al chavismo. Pero, el lado positivo tiene su negativo. Detrás del twitter se esconde el funcionario que no da la cara al periodista y no responde preguntas. Lo peor es que los medios, en general, reproducen los mensajes del funcionario como una verdad absoluta. El periodista y los medios han caído en esta trampa.
–En el portal web señalan que se proponen entrar a las fuentes que los medios tradicionales han descuidado, como lo es el gobierno y los poderes públicos. ¿A qué fuentes de difícil acceso han llegado?
–Hemos podido adelantar informaciones del mundo militar. Fuimos los primeros en ofrecer el plan de Rafael Ramírez y en decir luego que el plan ya no iba. Los primeros en adelantar el acuerdo Ford-Gobierno, aunque otra cosa es que el Gobierno después cumpla. Hemos sido citados por agencias como Bloomberg, y medios como El País de Madrid. Nos hemos montado en seguir el caso Pacific Rubiales con las implicaciones que ello significa en el poder y el dinero en Venezuela y España. Hay más ejemplos que hemos adelantado: Caso Andorra, caso Banco Espírito Santo. Hemos entrado al Tribunal Supremo de Justicia, a la Fiscalía General. Estamos aportando información privilegiada desde la bancada del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Hemos logrado establecer puentes hacia el Banco Central de Venezuela (BCV). Adelantamos los pormenores de la venta de El Universal y Banco Plaza.
–¿Qué opinas de los nuevos proyectos digitales que han surgido Venezuela?
–La estrategia y el foco son clave. El modelo de negocio es fundamental. Buena parte de los sitios son de características y diseños similares. El lenguaje sigue siendo el del impreso, y eso equivale inclusive para nosotros mismos, con salvedades. Los consultores de medios digitales manejan patrones. Pasó un tiempo con los medios impresos. El problema del país no son los periodistas, pues los hay de calidad; es de editores. Y no es un fenómeno nuevo. Editores que deberían tener claro contexto y concepto, modelo y negocio, y junto a las jefaturas, decidir el lenguaje, el estilo, la estrategia.
PUBLICADO: 19 de agosto de 2015