Con los consumidores no se juega, ni tratándose de un partido de fútbol. Al menos eso fue lo que pasó en Colombia, donde la Dirección de Investigaciones de Protección al Consumidor de la Superintendencia de Industria y Comercio ordenó la suspensión de 7 promociones relacionadas con el Mundial Brasil 2014 por incurrir en irregularidades y abrió procedimientos administrativos que podrían acarrear sanciones económicas.
Las marcas implicadas: Copa Airlines, GM Colmotores, Honda, Efecty, Recamier, Sonria y Comfenalco Antioquia, quisieron aprovechar la fiebre mundialista y la participación de seleccionado cafetalero luego de 16 largos años en los que el equipo del país vecino se quedó en eliminatorias, después de su paso por el torneo de Francia 98.
Lo que no informaron varías de las marcas en sus promociones era que sus sorteos incluían viajes a Brasil para ver a la selección, pero desde la pantalla de un televisor de hotel y con narración en portugués, ya que no incluían entradas a ninguno de los partidos. Un golpe bajo a los consumidores que habían sido invitados a participar para “gritar un gol desde Brasil” de forma engañosa.
En cambio, las que si incluían entradas a algún partido, no aclaraban si tenían el aval de la FIFA para realizar el sorteo, una garantía de que la promesa de entradas será cumplida, y sobre todo, un requisito indispensable para cualquier marca que utilice el nombre del Mundial con fines comerciales sin pagar su respectiva cuota a ente futbolístico, que para hacer negocios, ni el Fondo Monetario Internacional lo supera.
Seguro que entre la samba y el alboroto en las calles del gigante del sur, los gritos colombianos tendrán muy poco eco si no son dentro de un estadio, pero al menos los participantes ya saben a qué atenerse si resultan ser uno de los “afortunados ganadores” ya que luego de ajustar sus términos y condiciones, varias promociones fueron reactivadas y explican “en letras muy pequeñas” si hay o no entradas para el torneo.